Como siempre, todo está en los detalles. Las chanclas, las de goma, las de ‘ir a la playa’ sí se pueden llevar con estilo y como parte de un look relajado de verano.
¡Bienvenidas, guapuras! ¿Habéis pasado unos días de vacaciones? ¿Estáis listas para volver a la carga, a la universidad, a las clases, a la oficina? Pero, sobretodo, ¿estáis listas de volver a Deseo Beauty? !SÍ! (por cierto, a las que os gustan mis posts bilingües, ahora los he separado y puedes leer este post en español aquí on en inglés aquí. A partir de ahora será así pero siempre habrá unas banderitas en el menú de arriba y al final de la página así como al principio de cada post os dirá que podéis leerlo en el otro idioma. ¡Mucho más ordenado!)
Yo me he pasado todo agosto planeándoos lo que va a ser Deseo en este nuevo ‘curso’ que empieza. Ha sido un verano de mucho trabajo para mí, pero trabajo que se está viendo recompensado: he conocido a un puñado de gente maravillosa y juntos hemos sentado las bases de grandes proyectos, he entrado en contacto con nuevas y geniales blogueras, asistido a eventos fantásticos y forjado nuevas amistades que comparten este espíritu online. Pero no os revelo nada aun porque el lunes, 1 de septiembre volvemos con los vídeos y con todos los anuncios y novedades, ¡así que poneos una alarma y volved aquí el lunes para descubrirlo todo!
Pero antes de cerrar el verano y poner el cartel de ‘Vuelta al cole’ quería compartiros un último post estival que aún nos queda ese veranillo de San Miguel en el que tendremos la última oportunidad de disfrutar de unos días de calor y tapas al fresco. ¿Y qué mejor que empezar a llevar prendas de transición?
No le digas adios a las chanclas todavía incluso si estás de vuelta en la ciudad! Aférrate a ellas para alargar un poquito más la sesación verano.
Lo importante es llevar chanclas que tengan un buen diseño. No se trata de llevar las más feuchas que tengamos si no que guardemos un par para ‘vestir’. Ipanema me envió este par tan bonito – ¡en mi color preferido! – y me devané los sesos pensando que ya el verano está a punto de acabar y que ya no ‘pega’ hablar de chanclas. Sin embargo me parecían tan bonitas y tenía tantas de ganas de enseñároslas (este año) que, *¡bling!* Se me encendió la bombilla: cómo llevar las chanclas con estilo, en la ciudad.
Hablaba de los detalles: los accesorios. Es muy sencillo: si ya tienes tus chanclas ‘de vestir’ en un color propio para tu estación (fría o cálida) ahora sólo te queda ‘glamorizarlas’ con accesorios bellos, en uno de los dos metales reyes: oro para las cálidas y plata para las frías. Es increíble lo que añadir este simple, pero tan poderoso, toque de color, viste en seguida cualquier look, incluso el de shorts y chanclas.
Como estamos en transición, la parte de arriba la he querido mantener más cálida pero en material fresco con un jersey de algodón de punto. Una maxi bufanda en tela fresca y que combina ambos colores – el de las chanclas con el de los accesorios – es un toque ideal que habla de la transición a una estación más fresca pero aun con ese feeling de color estival. ¡Y el bolso habla por sí sólo! Su forma nos recuerda a los bolsos de playa que echaremos de menos pero su bellísimo color le pone el broche – de oro – a este look de transición.
Las gafas de sol son necesarias tanto en verano como en los luminosos días del otoño y el invierno. Yo las elijo en tonos chocolate y dorado para que vayan con mi coloración cálida, pero elige tonos más fríos si fueras una persona invierno o un verano. En general, si eres fría cambia la temperatura de tus chanclas y tus accesorios. Qué tal unas azul marino con accesorios en carbón, gunmetal y plata. Wow!
A disfrutar ese veranito de San Miguel, guapuras, ¡y os veo el lunes cargadita de sorpresas!