Revista Cultura y Ocio

Las Cinco Canciones de Caito (IV): “I Think of You” (Rodríguez)

Publicado el 20 junio 2019 por Raúl Rn

Los que buceamos en el mundo de los blogs nos damos cuenta de lo injusto que es el éxito. A veces me quedo perplejo con la calidad literaria, musical o artística que tienen algunas de las bitácoras que visito; son escaparates donde sus autores tratan de ofrecernos lo mejor que tienen, en muchas ocasiones tan bueno o mejor que lo compramos a precio de éxito. Otras veces ocurre lo contrario; una tontería absurda puede convertirse en trending topic y llevar a la fama a personas desprovistas de talento. En lo relativo al éxito, la historia de Sixto Rodríguez es de las más bonitas y emocionantes que conozco; lo comenta Caito en su texto de hoy y, aún a riesgo de ser reiterativo, voy a hacerlo yo también: si aún no lo habéis hecho, deberíais ver el documental "Searching for Sugarman" (2012), un relato esperanzador, narrado como si fuera una obra de suspense, sobre la dignidad de los que se dedican a la música y las arbitrariedades de nuestra sociedad.

"I Think of You es una balada de 1971 incluida en el álbum 'Coming for Reality", y cuyo autor e intérprete, Rodríguez, tiene tras de sí una conmovedora historia digna de un guión de Hollywood, y nunca mejor dicho.

Es uno de esos temas que te cautivan nada más escucharlo por primera vez.

Sus sencillos y bellos acordes instrumentales, la cálida voz de Rodríguez y la pausada ejecución del tema, transmiten una triste y serena emoción como solo son capaces de hacerlo muy pocas canciones. Principalmente esas de amor que tratan de desamor, como es el caso.

Y aunque mi fuerte no es el inglés, algo cojo "al vuelo", fruto de mis largas escuchas de canciones en dicho idioma, que no de sesudos estudios.

Es por eso, y en contra de mis principios (en evitación de no siempre agradables sorpresas), que me atreví a ver la traducción de su letra, pues lo poco que alcanzaba a entender me gustaba. Y aquí os la dejo, extraída de lyricstranslate.com:

Es solo una canción que compartíamos.
Me trae recuerdos
de cuando estuviste aquí.
De tu sonrisa,
de tu risa fácil,
de tus besos...
En estos momentos después
pienso en ti,
y pienso en ti,
y pienso en ti
De los sueños que juntos soñamos.
Del amor que juramos nunca
se derretiría como copos de nieve bajo el sol.
Mis días terminan como empezaron
con mis pensamientos en ti,
y pienso en ti,
y pienso en ti.
Por las calles que caminamos juntos
veo a otros hacer las cosas que hacíamos.
Ahora los pensamientos me atormentan
de cuán completo solía ser.
En estos tiempos en que estamos separados
escucho esta canción que me rompe el corazón
y pienso en ti,
y pienso en ti,
y pienso en ti,
y pienso en ti...

Calculo que ya habréis tenido tiempo de secar vuestras lágrimas y también de haber comprobado que la letra está a la altura de la música, que es mucha, por lo que sigo con mi libro.

"Searching for Sugarman" es un documental sueco-británico realizado en 2012 que recibió innumerables premios, incluido el Oscar al mejor documental largo.

Está basado en la historia de Sixto Díaz Rodríguez, de nombre artístico Rodríguez, un cantautor surgido de los barrios bajos de Detroit que se ganaba el sustento como obrero de la construcción, y que era el sexto hijo (de ahí su nombre) de una pareja de inmigrantes mexicanos.

Sixto grabó dos discos, "Cold Fact' (1970) y "Coming for Reality" (1971), que fueron un absoluto fracaso de ventas y críticas. Fue despedido por su discográfica y se olvidó de la música.

Durante los siguientes treinta años sacó a su familia adelante arreglando tejados, haciendo tabiques, o lo que iba saliendo en trabajos de su gremio.

Y mira por dónde, allá por los primeros años 70, su álbum "Cold Fact" llega a Sudáfrica por casualidad, y Rodríguez se convierte allí en un ídolo musical, en icono del movimiento blanco antiapartheid, y en gurú de los grupos musicales ligados al mismo. La influencia que alcanzó por entonces fue igual de enorme que de sorprendente. Se calcula que se vendieron medio millón de discos de los que no percibió nada.

Sus álbumes estaban en todos los hogares junto al "Harvest" de Neil Young o el "Blonde on Blonde" de Dylan, y sus canciones, que hablan de pobreza, de marginación, prostitución, drogas y sexo, fueron algunas censuradas, lo que no hizo sino acrecentar más aún el mito.

Todo esto sucedía sin que Rodríguez tuviera conocimiento de ello, ni tampoco en Sudáfrica supieran que había pasado con él, principalmente debido al bloqueo y aislamiento que sufría el país por su política racista.

Circulaba una leyenda urbana que decía que se había suicidado durante una actuación en el escenario y a ello se atribuyó su ausencia del panorama musical.

Y un buen día, casi treinta años después, llega el final feliz. Iniciada ya la era de internet, una hija de Rodríguez logra contactar con alguien en Sudáfrica y salta la liebre.

Lo que siguió y aún sigue es lo que debió de suceder en su día, el reconocimiento, el éxito, ya con sordina pero éxito al fin y al cabo, y lo de comer perdices, que feliz siempre fue, se le nota en su cara, es buena gente, humilde y honesto.

Cuando le preguntaron si no iba a querellarse por los derechos de autor, simplemente dijo con humor que ya se sabía que él era un hombre de plazos largos.

Os recomiendo vivamente buscar en YouTube otros temas de Rodríguez, os van a encantar, son de una calidad indiscutible. Hoy nadie se explica el fracaso de su obra al momento de editarse, y nunca sabremos qué hubiera pasado de haber tenido continuidad en su carrera.

Yo tengo mi teoría que si os interesa os contaré, pues hoy ya me he pasado, tengo ya un pie fuera del blog, y me he comido el espacio de Raúl, que va a tener que publicar su próxima entrada en un post-it.

Creo que no hace falta después de lo que habéis oído y leído, que os explique los motivos por los que este tema forma parte de mi particular "soundtrack".

Saludos".


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