Esta semana tenemos nueva entrega de "Las Cinco Canciones de tu Vida". Ya sabéis que es una sección abierta a todos los que queráis participar en ella si queréis compartir con nosotros vuestros recuerdos y vuestras canciones; tan sólo tenéis que elegir cinco que sean importantes en vuestra vida por alguna razón, contarnos por qué son o han sido importantes y enviar el texto por correo electrónico ( [email protected]) o twitter (@guitarmuses). El invitado de esta semana es Nostromo, uno de los tres patrones de Musicae Memorandum, un blog excelente, ganador de los Premios 20Blogs (categoría de Música) en la edición de 2014. Ya os he hablado de esta web en otras ocasiones, no en vano he tenido el privilegio de participar, al igual que otros amigos, en sus dos últimos aniversarios, una fiesta bloguera que este último año (el quinto en la blogosfera) contó con más de cuarenta colaboraciones en forma de entradas, publicadas una cada día, todo ello amenizado con juegos, regalos y sorteos. También os hablé de Musicae Memorandum cuando nos visitó JakeSnake -otro de los responsables de esta web- en esta misma sección.
Cuando leí los textos que me envió Nostromo lo primero que pensé es que muchas de las cosas que cuenta las podría haber escrito yo mismo. Cuando volví a leerlos por segunda vez me di cuenta que las vivencias y, sobre todo, las coincidencias musicales eran muy numerosas; debemos tener una edad similar, no hacemos ascos a casi ningún género musical (excepto al regaeton, jajaja) aunque el rock siempre estará en el centro de nuestro corazón musical, nos sentimos más a gusto con la música que conocemos, que no suele ser la de rabiosa actualidad, iniciamos el siglo un poco despistados sin saber muy bien a qué musica quedarnos, vivimos los ochenta y disfrutamos con el pop que se hacía en España y, por si esto fuera poco, también compartimos una anécdota parecida, luego en los comentarios lo cuento. Estoy seguro que os va a encantar Nostromo y que vais a disfrutar, tanto como yo, con sus canciones y sus recuerdos. Comienza con "Hadaly", tema de Radio Futura publicado en su segundo Lp.
"Cuando el amigo Raúl me sugirió hacer la tan famosa tanda de Las cinco canciones de mi vida, la verdad es que me abrumé un poco. Como le dije, me considero un bloguero amateur, de los de andar por casa, nunca he publicado en terrenos forasteros padeciendo mal de altura fuera de mi hábitat natural, pero ante su amabilidad y predisposición, no solo porque participa en nuestros últimos aniversarios de Musicae Memorandum o por sus sabios apuntes, me veo casi obligado a corresponder a su positivismo y dejarme liar, "Quid pro quo" o "" como diría aquel. Allá vamos con todo cariño y mi mejor voluntad.
Nací castellano-manchego y me siento cartagenero de adopción, mis mejores baños estivales me los he dado, y espero seguir dándomelos, en Castilla-La Manga; o sea que por esos tres lugares es por donde ha pululado el 95% de mi existencia, no me preguntéis cómo lo he calculado porque rima. Todo eso explica que aparezca en mi bio lo de manchego/carthaginés, una peculiar amalgama con lo peor de cada bando.
Como decía, vine a este mundo en un lugar llamado Puertollano hace más de veinte mil días, que se dice pronto. Puertollano es un pueblo grande o una ciudad pequeña, según se tenga que defender la tierra de uno. Un buen sitio para vivir venido a menos como tantos otros, tiene la enorme ventaja de la proximidad con el centro neurálgico en muchos kilómetros a la redonda de aquella zona, Madrid. Aparte de esta pequeña presentación de un servidor, meto este rollo porque está relacionado con la música, con mi canción de hoy, mi flashback particular me lleva hasta 1984 directamente a una ya decadente Movida madrileña.
Musicalmente me siento ecléctico convencido, me gustan casi todas las tendencias (cuando digo esto siempre me acuerdo del reguetón) y he pasado por casi todas las etapas musicales, según la época con mayor o menor duración; desde el heavy hasta el tecno, desde el punk hasta el pop, pero siempre con un denominador común: el rock. Lo que me ha dado la sabiduría necesaria para no saber de nada, y el don de reconocer lo que me gusta a la primera escucha, pocas veces me falla... sobre todo si es bueno.
Hadaly es un tema de Santiago Auserón que ocupa la segunda pista del famosísimo disco de Radio Futura La ley del desierto / La ley del mar, ya sabéis, un pelotazo con una nueva fórmula de funky/punk donde dicen que apareció el término rock latino con aquella Semilla negra. Hadaly no tuvo tanta repercusión como otras canciones del álbum, pero a mi media naranja y a mí nos encantaba. Su letra es ambigua, como casi todas las de esta banda, está basada en la novela de ciencia ficción La Eva futura de Auguste Villiers.
Ahora y para terminar, me explico en la elección de esta canción. Hacemos de nuevo ese flashback y volvemos al pueblo apodado de las dos mentiras (algo que no es cierto), por aquel entonces regentaba junto a mi amigo Pepe un disco bar típico de aquellos años, mucha marcha, sonido fuerte y oloroso humo, El Tenerife, puntero con buen ambiente y buena música. Veinteañero y con pasta para gastar no existía el aburrimiento, hasta que un poco cansado de los excesos (afortunadamente) y por motivos laborales, me trasladé a estas tierras de Aníbal y los Barca. Bien, mi actual mujer también se vino y tuvimos nuestra hija ochentera, tenemos la pareja. Cuando nació, como todo quisqui fui al registro para darle de alta, allí al decirle al funcionario de turno el nombre elegido me frunció el ceño: "¿eso qué es, no está en el santoral?", ante mi insistencia dijo: "tendrás que ir a hablar con el juez", efectivamente, por aquel entonces no me achicaba y el de la toga estaba de juicios en una sala contigua. En un receso me metí y me fui para el estrado cargado de razones, otro que frunció el ceño, "¿eso qué es?" espetó, "¡una flor!" afirmé mintiendo, "¿una flor?", "¡Sí, como Rosa!", "Bueno, ponle María delante y asunto arreglado" sentenció. Me retiré de la batalla apabullado, pero con la sensación de haber ganado al poderoso aunque solo sea a medias. Desde aquel día mi hija se llama Mª Adalí (nos pareció más adecuado), un nombre precioso y único para un ser maravilloso.
Miro una estrella lejana
Y me pongo a pensar
Que al llegar a mí su luz
Puede haberse apagado ya"