Las Cinco Canciones de Rockologia (IV): “Un papel morao y un submarino amarillo” (Manolo Kabezabolo)
Publicado el 10 noviembre 2016 por Raúl Rn
Manolo Kabezabolo es el nombre artístico del zaragozano Manuel Méndez Lozano, podríamos decir que un cantautor punk de letras descaradas, sencillas y explícitas. Sacó su primera maqueta en 1990, publicó su primer disco en 1995 y aún sigue en activo, aunque también estuvo internado en un centro psiquiátrico de Madrid víctima de un ataque esquizofrénico. La historia que hoy nos cuenta Rockologia es muy divertida y está muy bien contada, tan sólo os adelanto que es un relato romántico, todo lo romántico que puede ser "Un papel morao y un submarino amarillo" ¿Diríais vosotros que es una buena canción para ligar? ¿En qué se parece un papel morao a un submarino amarillo? ¿Son compatibles los Beatles y Manolo Kabezabolo?
"Colocar una canción de Manolo Kabezabolo en este blog de tan buen gusto es como pegar un moco en la pantalla, soy consciente, pero no puedo dejar de incluir esta canción aquí. Gracias a ella besé por primera vez a la mujer que se convirtió en MI mujer (machistas, aplauso). Tranquilidad, que en el fondo os va a inundar el romanticismo. Para quienes no lo sepáis, Manolo Kabezabolo lanzó en 1995 una casete autoproducida con canciones irreverentes y simplísimas, con su voz y una guitarra, un personaje que vivía la mitad del año entrando y saliendo de un psiquiátrico. La letra retrata en parte la vida que yo llevaba por entonces: pillar, beber, fiesta. Nos caló al grupo de amigos y aburríamos al personal con ella. A mí me gustaba una chica mucho y coincidimos en una fiesta casera, donde el personal llevaba casetes y cedés que sonaban al gusto de quien era capaz de ponerlos y quitarlos. Sonó "Un papel morao" y yo hablaba con esta chica: era muy mona y un tanto pija y odiaba el rollo que llevábamos con esta cantinela, así que discutimos cordialmente. A algún animal sin gusto se le ocurrió que era buena idea poner "Yellow submarine" de The Beatles justo detrás de este energúmeno, y ella dijo, cómo no, que eso sí era una canción. Yo, cantarín, me esforcé en canturrear la letra de "Un papel morao" con la melodía del submarino. A ella le dio tal ataque de risa que acabó abrazándome. Ahora poned un centenar de velas y una luna gigantesca al fondo y ya está la escena melosa. En ese momento nos besamos. No fue espectacular, vale, ni largo, pero una tarjeta de presentación. Ahí empezó todo. Esa canción de Manolo KabezaBeatle, el submarino morao, cambió mi vida de la manera más estúpida y casual posible. Ahí os la dejo. Barman póngame un DYC".