Revista Libros
Quiero agradecer a través de mis escombros al poeta venezolano Alexis Romero su gentileza y osadía por haberme invitado a “Noche de poesía”, ciclo “Las ciudades del poema”. Un espacio que por su afán y empeño, ya está presente en la mente de todas aquellas personas ligadas de una u otra forma al medio literario venezolano, el cual se celebra en el Centro Cultural Chacao.
Fue apenas el segundo recital poético en el que he participado. Llegué de lo más ingenuo presto a abrir el mismo, algo así como en los tantos conciertos de rock que he asistido, en donde la banda telonera da paso a los músicos ya consagrados, o en todo caso, al plato fuerte que se presentara en términos musicales.
En esta analogía, el telonero, el inédito, es decir, yo, pensó que por ser un perfecto desconocido abriría las puertas de la noche a la poesía. No, el asunto fue al revés y por tanto el compromiso mucho mayor. Después de escuchar a los demás poetas, con libros ya publicados y demás, tenía la tarea de cerrar dichas puertas, tratando de al menos rasgar sus niveles poéticos. Creo que no estuvo mal mi participación a juzgar los comentarios que me hicieran varias personas, incluso de los poetas con los cuales tuve la suerte de compartir. Pero más allá de esto, la pasé muy bien y me divertí en pleno, lo cual para mí es fundamental.
Lamentablemente no pude huir de las cámaras. Alexis Romero, amén de ser sparring literario, librero y poeta en sí, algo sabe de boxeo así que ni modo, me peló los ojos y me dijo: “no chico, tú sales en la foto porque sí”. Santa palabra y sonó el campanazo que no me salvó del lente de mi propia cámara.
Allí estamos de derecha a izquierda Alejandro Suárez, Ophir Alviárez, Julieta León, Manuel Llores y Jason Maldonado.