Revista Salud y Bienestar

Las consecuencias del matrimonio corporativo entre público y privada

Por Miguel @MiguelJaraBlog

Una de las injusticias más graves, que ocurren en todos los ámbitos pero quizá sea más grave cuando tratamos temas de salud, es eso que llamamos “silencio administrativo“. Tienes un problema de daños provocados por un medicamento o por algún tratamiento sanitario y parece que en vez de recibir ayuda de las instituciones de los fabricantes del producto, las puertas se van cerrando y todos quieren escurrir el bulto, lavarse las manos; no saben no contestan.

Los ejemplos son tantos… Los últimos que me tienen ocupado o que me han llegado más os los he ido contando estas últimas semanas. Le ocurre a este padre de hijo afectado por las vacunas que le pusieron al poco de nacer. La Agencia de Medicamentos le pone trabas para investigar por sí mismo qué vacuna pudo ser la causante de la encefalopatía del pequeño. Conocí a la familia en el despacho del bufete hace más de un año y creedme que uno se queda sin palabras cuando ve un bebé que estaba sano y ahora está sin fuerzas, ni habla, como dice su padre “me lo han dejado como un trapo”.

También sirve como ejemplo de laboratorios y administraciones que escurren el bulto, en este caso sobre todo los primeros porque parece que las segundas sí se están moviendo, el de este hermano de una mujer que ha perdido a su marido en un ensayo clínico. Han pasado seis meses ya desde el suceso y creo que la lentitud del proceso de investigación no justifica que el laboratorio ni siquiera haya echo una llamada de condolencia a la familia. Esto refuerza la idea de que se utiliza a las personas como cobayas.

Ese silencio de las autoridades sanitarias lo han sufrido también las mujeres que aún exigen justicia asociadas en Agreal Luchadoras. Ellas cuentan sin tapujos como fueron ninguneadas por el Ministerio de Sanidad a cuyos responsables acusan de haber actuado en connivencia con el laboratorio Sanofi Aventis, fabricante del producto. Cuando se produce un escándalo relacionado con un medicamento no falla se hace la noche en pleno día y ello da paso al rugido del silencio corporativo. Que se lo pregunten también a los de la Asociación de Afectadas por la Vacuna del Papiloma (AAVP).

Eso mismo quizá les esté ocurriendo a las mujeres embarazadas tratadas con el “anti oxitocina” Atosiban. Una simple nota informativa de la agencia de Medicamentos es lo que conocemos. La gravedad de sus daños o si ha habido alguna muerte no lo sabemos. No nos lo dicen para “no alarmar”. Pero cuando curre alguna injusticia responsabilidades legales haberlas haylas. Todo esto lo he explicado hoy en Radio Euskadi, la radio pública vasca.

Matrimonio2
A veces pienso que vivimos en una dictadura democrática corporativa. Existe una alianza no escrita entre ciertas instituciones públicas y grandes corporaciones privadas. No solo un tratado de no agresión. Es algo más sutil. Las grandes empresas parecen decirles a los altos funcionarios de las administraciones que deberían controlar sus actividades con sentido de lo público: si sois buenos tenemos un despacho para vosotros en nuestra empresa para cuando dejéis el cargo.

Si queréis ejemplos prácticos mirad quienes han sido directores de la Agencia Española de Medicamentos en los últimos años y dónde han recalado tres dejar su puesto en la misma (directores y otros cargos y luego seguid por el Ministerio de Sanidad. Recordad el caso Bernat Soria&Abbott).


Volver a la Portada de Logo Paperblog