Revista Insólito

Las constelaciones y cuerpos celestes del firmamento maya

Publicado el 16 octubre 2019 por Tdi @RLIBlog

Una vez más volvemos a mirar al cielo desde los ojos de nuestros antepasados. Esta entrada estará dedicada al firmamento maya, una de las civilizaciones mesoamericanas precolombinas más conocidas. Los pueblos necesitaban conocer las estrellas para guiarse en la navegación, el calendario de cosechas, de festividades y político. Los mayas no eran ajenos a esto, como tampoco lo eran, como vimos en el pasado, los aztecas y los incas.

Para los mayas, las estrellas eran fuegos que servían para iluminar el camino durante la noche. Los mayores "fuegos" de las constelaciones organizan su disposición en el cielo. Las almas se convertían en ellas al morir. Quizás por ello soñar con ellas indicaba un destino funesto. Los mayas observaban las estrellas antes del amanecer. Los tsotsil se referían a ellas como k'analetik ("las amarillas"), situándolas en un nivel superior al cielo sobre las nubes, pero inferior al Sol y a la Luna.

Para los quiché, una constelación en oposición al Sol tomaba la función de la "señal de la noche". Esta constelación variaba: en diciembre era Orión, a mediados de enero era Gemini, a finales de febrero era Regulus (estrella más brillante de Leo), a mediados de marzo era el asterismo de El Carro y Ácrux de la Cruz del Sur a principios de abril. Las "señales de la noche" determinaban el momento de realizar las tareas anuales. Con Regulus preparaban los campos para la siembra talando los árboles, quemando la maleza y arando la tierra.

Serie: Firmamentos del mundo

Constelaciones

El cielo estrellado se comparaba con la piel de un jaguar. También se comparan a las estrellas con las flores ( u lol akab,"flor de la noche") y al cielo con un campo floreciente ( nicen(hal) caan). La reina de las estrellas es una luciernaga ( cocay) que, según una fuente yucateca, llevan las luces de las estrellas. Luciérnaga también es el término usado para los cigarros. En el periodo posclásico, las estrellas son los ojos de los dioses del inframundo.

Zodiaco

El códice de París muestra cinco filas de fechas Tzolkin en intervalos de 28 días, leyéndose de derecha a izquierda. Cada fila tiene trece intervalos, que aproximadamente cumplen un año. Se ha sugerido que los animales incluidos representan las constelaciones zodiacales.

La correspondencia entre constelaciones mayas y modernas sería la siguiente:

  • Ave 1: Libra.
  • Escorpión: Escorpio.
  • Pez-serpiente: Sagitario.
  • Ave 3: Capricornio.
  • Murciélago: Acuario.
  • Esqueleto: Piscis.
  • Jaguar u ocelote: Aries.
  • Serpiente de cascabel: Pléyades en Tauro.
  • Tortuga: Orión.
  • Ave 2: Géminis.
  • Rana: Cáncer.
  • Pecarí: Leo
  • Desconocido: Virgo.

Equivalentes

El Águila

Los quiché relacionan el movimiento del busardo chapulinero (Buteo swainsoni) con esta constelación. Poco antes de comenzar la temporada seca, estas aves vuelan en bandadas de miles de individuos hacia las pampas de Argentina. En otoño, la constelación deja caer "la cruz de la temporada seca" (Sagitario) al mar, que se oculta dos horas antes. Poco antes de la temporada de lluvias, viaja al norte sobre Momostenango hacia Canadá, apareciendo en la época de tormentas. Se dice que en esta época la constelación eleva la "cruz de la temporada húmeda" (Cruz del Sur) del mar.

Cruz del Sur

  • Lacandón: ceiba o balsa (Ochroma pyramidale)
  • Yucatecos de Quintana Roo: Estrella cruz, la cruz que corona la torre de Jerusalén o cruz ascendiente sobre Jerusalén.
  • Tsoltsil de Chamula: cruz judía
  • Chortí: cruz de mayo
  • Zinacantán: estrella cruz (krus k'anal)
  • Quiché: cruz de ladrones lluviosa
Esta constelación no se ve en latitudes al norte de Mesoamérica. Es visible justo antes del inicio de las lluvias. Para los tsoltsil de Chamula, se asociaba con el mal. Para los chortí, señala el primer cénit solar y la época de siembra, cuando la Vía Láctea se cruza con la eclíptica sobre sus cabezas. La fiesta de las cruces de mayo podía estar relacionada con el cruce del meridiano en el hemisferio sur, entre las 9 y 11 de la noche, de esta constelación. La gente de Zinacantán dice que las almas de los bebés muertos se convierte en flores atadas a la cruz celestial. Quizás las almas de los muertos asciendan al cielo a través del ceiba estelar de los lancandón.

Esta cruz se identifica como las cruz de Cristo. A sus lados identificarían las "cruces de los ladrones", constituyendo las cruces del calvario. Una de las cruces está formada por las estrellas de el Lobo (Lupus) y la otra de estrellas de Vela y la Quilla (Carina). Para los quiché, la Cruz del Sur era la cruz de ladrones lluviosa, por la época en la que aparece.

Sagitario

  • Quetzaltenango y cakchiquel de Guatemala: Cruz del ladrón
  • Quiché: cruz de ladrones seca
Entre los quetzaltenango y los cakchiquel en Guatemala, una de las cruces está en Sagitario con Kaus Medius ( δ Sgr ) en el centro. A esta cruz en Sagitario con siete estrellas, los quiché le llamaban cruz de ladrones seca. La cruz seca estaba torcida. Los mayas la comparaban con tallo con una mazorca inclinada de maíz, indicando que está listo para ser cosechado. Sagitario se consideraba un portal al inframundo ( xibalba be) situado al borde de la Vía Láctea, donde cruza el Sol en el solsticio de invierno, la noche más larga.

Pléyades

  • Cascabel de serpiente (tzab)
  • Quiché: puñado [de granos de maíz] (mots o motz)
  • Tsotsil, tzeltal y chol: sandalia (sonom')
  • Tsoltsil de Zinacantán: sandalia ceremonial de respaldo alto (chak shonob)

Los lacandones quemaban los campos de maíz para preparar la cosecha cuando las Pléyades alcanzaban las copas de los árboles al alba. Los chortís la observan para predecir el paso del Sol por el cénit en la época de siembra. La siembra en altitud del maíz para los quiché se coordinaba con la conjunción de las Pléyades con el Sol de mayo. En un campo nuevo, quemaban la maleza y araban la tierra en febrero, cuando las Pléyades alcanzaban el meridiano poco después de la puesta de Sol, coincidiendo con el inicio de las lluvias. Asciende al alba el 13 de junio, cuando comienzan las fuertes lluvias. Su nombre quiché indicaba qué se sembraba cuando se ocultaba.

Híades

  • Quiché: Puñado [de alubias] (mots o motz).
Las Híades pudieron ser una constelación de un ciervo, debido a su forma de V que recuerdan a su cornamenta.

Osa mayor

  • Ave (con el número 7 en el nombre)
  • Mano ahuecada, cuchara
  • Tojolabal y kekchí: Escorpión (tzec y xok)
Para los quiché, la posición descendente indicaba la temporada de huracanes de junio a octubre.
El Carro
  • Tsotsil de Zinacantán: Muchas estrellas ('epal k'analetik).
  • Mayas yucatecos: siete sacramentos.
Según los mayas yucatecos, contarlas provocará la muerte de la pareja. Los lacandones llaman a la estrella polar (xämänek', "estrella del norte"), mientras los quiché la llaman "estrella de esquina".

Osa menor

Escorpio

  • Tsoltsil de Zinacantán: constelación del escorpión (tsek k'anal)
  • Yucatán y Quintana Roo: Escorpión.
Para los tsoltsil de Zinacantán, Antares era el "corazón de la escorpión". Esta constelación era vista como un escorpión desde el periodo posclásico, pero anteriormente pudo haber sido un esqueleto de serpiente, conocida como Serpiente de Guerra o Serpiente de Huesos Blancos.

Orión

Se relaciona con el número tres, pero no siempre refiriéndose a su cinturón. El pecarí ( Tayassuidae) o kitam se conecta con tres estrellas brillantes de Orión, pero sin incluir las de primera magnitud. Rigel es el "pequeño pájaro carpintero" ( tunsel) y va acompañada por Sirio (Canis majoris), que es el "gran pájaro carpintero" ( äh ch'uhum). Betelgeuse es "la libélula roja" ( chäk tulix). Otras tres estrellas de menor magnitud son las crías del pecarí. Los tsoltsil de Zinacantán identifican a la espada de Orión como el "trío de ladrones" o "grupo de fisgones". Uno de sus cuadriláteros es identificado por los mayas yucatecos como una constelación tortuga ( ac), pudiendo ser en este caso una constelación zodiacal. Bajo esta forma se representa como una tortuga con una diadema de nenúfar.

Cinturón de Orión
  • Tseltal: Tres rey[es] (oktu rey),
  • Chortís: tres Marías (chortís, tsoltsil de Zinacantán),
  • Tsoltsil de Zinacantán: tres Marías, el trío
  • Quiché: cola de los tres señores de fuego, tres juntas ('osh-lot)

Para los tseltal, Orión es la "estrella cruz". La constelación tseltal "tres estrellas" ( oxkot-ek) puede referirse al cinturón de Orión. Los chortís podían agrupar el cinturón con la espada de Orión y llamarle las "siete Marías". Alnitak (ζ) también se empareja con Rigel y Saiph para formar un triángulo llamado las "tres piedras de la chimenea".

Géminis

  • Mayas yucatecos de Chan Kom y lacandón: tortuga.
Para los quiché, Cástor y Pólux son dos estrellas las "dos chispas" o "dos brillantes", que van juntas y son la señal de enero cuando ascienden en el ocaso. Señalan el horizonte norte del Sol en el solsticio de verano, en la época de lluvias más fuertes. Para los mayas yucatecos de Chan Kom, Géminis era una tortuga, donde las tres estrellas en línea recta eran sus intestinos.

Leo

Tanto Géminis como Orión se identifican como la tortuga como el pecarí debido a confusiones provocadas por los primeros diccionarios respecto a la palabra ac. Incluso un relato dice que dos pecaríes de collar ( Pecari tajacu) covergían hacia el Sol en torno al solsticio de verano. Esto implicaría a Géminis o un grupo cercano, como es el caso de Leo, cuya estrella más brillante, Regulus, desaparece semanas después de la conjunción con el Sol en el solsticio de verano.

Capricornio y Libra

Ambos son representados por un ave. Una de ellas sería un buitre.

No equivalentes

La tortuga o el anciano jorobado

  • Tsoltsil de Zinacantán: vuku-pat
Se corresponde con la Osa Mayor, el Boyero y Leo.

Estrella escorpión

  • Maya yucateco: sina'an éek.
Se corresponde con estrellas de Orión a Sirio.

Gran roble

Una constelación con la forma de un árbol situada en la Vía Láctea.

Otros

Vía Láctea

  • Yucateco: Camino blanco (sak beh), [serpiente] terciopelo (Bothrops asper; tamacaz).
  • Mayas yucatecos de Chan Kom: camino blanco.
  • Tsoltsil camino de hielo (tsoltsil, quiché), camino de agua/lluvia (tsoltsil), camino de viento (tsoltsil: be 'ik'),
  • Quiché: camino del inframundo (quiché: xibalba be), camino de hielo, camino blanco
  • Cakchiquel: el camino de la tortuga marina.
  • Lacandón: camino blanco de nuestro señor. El "señor" se refiere al dios Hachäkyum, el señor del cielo a donde van los lacandón cuando mueren.
  • Chortí: camino de Santiago
  • El camino del pequeño lagarto, el pequeño camino del bosque, el camino de la tortuga marina (cakchiquel)
Para los chortí, la Vía Láctea era una serpiente blanca con su boca al sur y la cola al norte. La posición de esta el día de Santiago (25 de julio) era una señal de la disminución de las lluvias durante la canícula, necesario para plantar de nuevo. La Vía Láctea es interpretada como un camino o eje que se cruza con la eclíptica, el camino del Sol. La identificación como camino de hielo o agua depende de la época, siendo el primero en invierno y el segundo en verano. Cuando se encontraba en posición vertical, coincidiendo con los fuertes vientos, era llamada "camino de viento". La sección con Scorpio se asocia con la sequedad, ya que, al ser observadas antes del alba, aparecía en el este en diciembre.

Para los quiché, un extremo era el "camino de hielo". De Sagitario a Scorpio hasta la cruz del norte (Cygnus) era el "camino del inframundo". El lado opuesto era el "camino blanco", nombre compartido con los mayas yucatecos de Chan Kom. La aparición de una hendidura oscura en la Vía Láctea durante la fiesta de las cruces indicaba a los quiché que debían plantar maíz. Los mayas yucatecos consideran que la Vía Láctea es un camino por el que se desplazan los muertos por la noche.

Luna

Las manifestaciones de la Luna son múltiples debido a los múltiples aspectos que muestra. La Diosa Lunar era esposa o abuela del Sol, patrona de la costura, adivinación, embarazo, parto, las normas sexuales, la tierra, los cultivos y el agua. Su edad en las imágenes era variable según la fase lunar, desde la juventud de la Luna llena a la vejez de la Luna nueva. Según la época de sequía o lluvias, podía mostrarse tejiendo o vertiendo agua. Además, Yax Balam, el Héroe Gemelo Ixbalanqué en el periodo colonial, resucitó como la Luna. Un Dios Jaguar relacionado con la temporada seca, la época de la guerra, parece relacionarse con la Luna y Venus.

Solían relacionar a los eclipses con Venus, implicando, al menos en el periodo colonial, a distintos monstruos, animales ( xibal, "hormigas"; felinos o serpientes) o dioses como agentes que buscaban devorarla, además de representar a la diosa ahorcada en el caso del eclipse total.

La Luna era relacionada con la Vía Láctea, especialmente en los cambios estacionales ocurridos cuando el satélite pasaba por las hendiduras del brazo galáctico. Una leyenda de los kekchí de Guatemala cuenta que el Sol intentó separar a la Luna de su anciano padre, cubriéndola con una concha de tortuga, pero el anciano golpeó al Sol con un dardo de su cerbatana y el Sol soltó a la damiseña lunar. Ella se rompió a trozos en el mar. Los pequeños peces reunieron los trozos y los pegaron con escamas plateadas. También formaron una red y la devolvieron al cielo. Los peces se quedaron atrás y formaron la Vía Láctea. Esta leyenda explica por qué la Luna desaparece durante la conjunción y cómo asciende de nuevo. En las imágenes mayas precolombinas, esta red es representada por la falda reticulada de la Diosa Lunar.

Como la Luna controla las mareas, está relacionada con varios animales acuáticos como peces, ranas, moluscos, sapos y aves acuáticas. Los conejos eran el alter ego de la Luna, ya que veían su imagen en ella. Por otra parte, son predominantemente nocturnos. Ambos se relacionan por su asociación a la fertilidad. Además, se interpretaba que los conejos saltaban como la Luna en el cielo. En el Chilam Balam de Tizimín, la Luna es llamada "cabeza de jaguar". La actividad nocturna del jaguar, la forma de acechar a su presa cerca del agua y sus manchas, dispersas como estrellas en la noche, sugieren una conexión lunar.

Sol

Kinich Ahau ("Señor de cara de Sol") era el dios del Sol, designado Dios G cuando se mencionan los códices. Hun Ahau, Hunahpú a comienzos del periodo colonial, representaba al Sol subterráneo. Hunahpú era uno de los Héroes Gemelos junto con Ixbalanqué, quienes son resucitados como el Sol y la Luna. Hun Ahau también pudo representar el lucero del alba, antes de convertirse en el Sol de su era.

Como otros astros, podía ser representado por animales y plantas. Podía ser simbolizado por una flor, probablemente el franchipán ( Plumeria rubra). Los pumas también podían simbolizarlo, debido a su color y su periodo de actividad diurna. En el periodo clásico podía usarse el Sol como símbolo, aunque sin ser su personificación. Entre los lacandón, el mono araña representaba al Sol. Sin embargo, en el relato mopán, este era el hermano pequeño del Sol y Venus. El Sol de mediodía era personificado por el guacamayo escarlata, siendo elegido este color por evocar sus llamas. En relatos posclásicos, el guacamayo porta una antorcha. El colibrí era otra ave relacionada con el Sol por sus plumas iridiscentes y su atracción por las flores, especialmente las rojas.

Polaris, la estrella del Norte

El Dios C se identifica con la estrella del norte.

Planetas

Para los chortí, los planetas son estrellas viajeras que actuaban como personajes de obras míticas en el escenario estelar. En el banco de Las Sepulturas de las ruinas de Copán se muestra la reunión de dioses astronómicos. Venus aparece como un hombre-escorpión, el Sol y la Luna se muestran estrabicos. La segunda con un conejo y su forma de arco característica. Marte aparece como una deidad con orejas de ciervo. La Deidad Ave Principal, homólogo avícola del Dios D, se muestra como un zompilote real ( Sarcoramphus papa), pero su identidad astronómica es incierta. En la estructura 22 de Copán se observan siete deidades sobre símbolos de nubes, que pueden representar los cuerpos celestes conocidos.

Mercurio

Aunque parece ser que no recibió gran atención, debieron conocer su existencia y su similitud de movimientos con Venus. En el Chilam Balam, está relacionado con la enfermedad, muerte, robo, embriaguez y la deuda. Además, se dice que controla los pulmones. El Popol Vuh lo representa como un búho. Realmente hay cuatro de ellos, distribuidos en parejas al alba y el crepúsculo. Caquix Tucur (Búho guacamaya) sería Mercurio como la mensajera de Xibalba, el inframundo, ya que permanecía invisible durante mucho tiempo. En las imágenes posclásicas, Chaac aparece ocasionalmente asociado a los búhos, representado sutilmente por su tocado de plumas. Mercurio también puede ser el búho en el tocado del Dios L.

Venus

Como planeta más brillante, Venus es el personaje principal de las leyendas celestes. Parece ser que estaba relacionado con Chaac y GI de la triada de Palenque. Podrían haber sido aspectos distintos, ya que Chaac se representa como un pescador y GI como un pescado.

Venus se relaciona con el embarazo y la Luna, ya que se estimaba que el embarazo duraba tanto como el tiempo que permanecía visible el planeta en el cielo. Además, tenían calendarios de Venus basados en los ciclos lunares. En el códice de Dresde, el Dios L aparece con una anciana diosa lunar en su función de monstruo del eclipse. En el mismo códice se muestra a ambas divinidades en actitud íntima, sugiriendo la conjunción celeste. En una imagen, la joven diosa lunar le ofrece tortillas de maíz, indicando su asociación con su cultivo. También se muestra a la Diosa O, que puede ser la Luna nueva durante la época de lluvias, rociándole agua.

Además de con la Luna, para los mayas era importante su conjunción con las Pléyades y la constelación de Escorpio. Por otra parte, tenía cinco casas estelares asociadas con constelaciones que marcaban momentos especiales de Venus en el almanaque de ocho años. Esta casas podrían relacionarse con los Chaacs en los puntos cardinales y el centro. La naturaleza dual de Venus quizás la relacionara con la constelación de Géminis, que contiene las estrellas gemelas más brillantes del cielo. Venus se relaciona secundariamente con el Sol, igual que Hunahpu se relaciona con el Sol y la estrella del alba.

Marte

Pudo ser un monstruo ciervo. También pudo ser representado como dos monos, mediohermanos mayores de los Héroes Gemelos del Popol Vuh. Estos no habrían sido siempre monos, sino que por desnutrir al Sol y a la Luna e intentar matar a sus hermanastros, los Héroes Gemelos los convencieron para que subieran a un árbol para traer un pájaro, pero allí se convirtieron en monos. Como monos, bailaban mientras Hunahpú e Ixbalanqué tocaban música. Se argumenta que podrían ser un mono aullador y un mono araña. Según los mopán, el joven mono araña ( T'up) podría ser Marte o Júpiter. Es posible que, como Venus, se considere a Marte como dos entes: el mono aullador en el alba y el mono araña en el crepúsculo.

Se discute que Marte podría aparecer en el códice de Dresde. Aunque se desconoce exactamente a qué animal se corresponde el Dios C, se ha sugerido que, de ser un mono, podría interpretarse como Marte, ya que sus imágenes tienen connotaciones astronómicas.

Júpiter

Las constelaciones y cuerpos celestes del firmamento maya

Júpiter se relaciona con el dios GII de la triada de Palenque, homólogo del Dios K en los códices posclásicos. Este Dios K se identifica actualmente con el dios celeste Bolon Dzacab. El dios K aparece en el periodo clásico con monstruos celestes, estrellas, la diosa lunar y la estrella del alba. También se asocia a inscripciones de 819 días relacionados con sucesos de Júpiter y Saturno.

Saturno

En los textos yucatecos coloniales se menciona a la estrella cocodrilo hembra, que puede identificarse con Saturno. El halcón risueño ( uac) que entrega el mensaje a los Héroes Gemelos en el Popol Vuh también podría serlo.

Cometas

Los quiché los llamaban "colas de estrella". Para ellos y los yucatecos eran augurios de pestilencia. Los tsoltsil le llamaban yol, que significaba "flecha", "arco" o "ballesta". Los tsoltsil de Chalchihuitán lo consideran un haz estelar. El cometa Halley pudo ser un "cola larga" en un relato yucateco. Realmente, apenas había distinción entre los cometas y los meteoros. El término del periodo colonial chamal dzutan (cigarros del diablo) se interpreta como cometa, pero se sugiere que, cuando se desechan, se convierten en meteoros. Entonces podían ser llamados u halal dzutan (flechas del diablo).

Estrellas fugaces o meteoros

Los mayas observaban las lluvias de estrellas anuales. Los tsoltsil las describen como "antorchas" ( ch'ob). En el este, entre los mayas yucatecas de Quintana Roo, son las colillas de los Chaacs. Esto parece estar relacionado con los cigarros fumados por los Héroes Gemelos en el Popol Vuh. Los lacandón los llaman "puntas de flecha". Un término quiché colonial es "estrellas que hacen la guerra". Los meteoritos se relacionaban con la obsidiana, por lo que se decía que la obsidiana encontrada en Momostenango eran restos de estrellas fugaces. Los tsoltsil describen la obsidiana como deposiciones de las estrellas fugaces. En general, los mayas describen a las estrellas fugaces como excrementos de las propias estrellas. Normalmente se creía que emanaban de constelaciones concretas. Algunos grupos creen que el alma de las personas malvadas pueden tomar forma de estrella fugaz. Si una cae al anochecer, inflamará una pierna, pero si se veía después de la medianoche, indicaría la situación de un tesoro oculto.

Arco iris (chel)

Se consideraba una flatulencia demoniaca que subía por los pozos secos o sumidero ( xab) representando el ano de un demonio llamado Metal. En estos pozos había una serpiente malvada. Según los tsoltsil de Chenalhó, la serpiente era compañera del arco iris porque ambos eran rayados. Por lo tanto, bajo cada arco iris siempre hay una serpiente. Además, estos son los que ponen fin a la lluvia. Los chortí identifican al arco iris como el cuerpo de la serpiente Chicchan. Aunque la serpiente Chicchan del norte trae la lluvia, su aspecto de arco iris no la deja caer.

Fuentes

  • Milbrath, S. (1999). Star gods of the Maya: Astronomy in art, folklore, and calendars. University of Texas Press.
  • Bingham, A., & Roberts, J. (2010). South and Meso-American mythology A to Z. Infobase Publishing.

Las constelaciones y cuerpos celestes del firmamento maya

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