Revista Cine

Las continuaciones de películas más nefastas Vol.2

Publicado el 09 marzo 2014 por Elaltramuz @ElAltramuz

Las continuaciones de películas más nefastas Vol.2

Las continuaciones de películas más nefastas Vol.2
El cine nos ha traido grandes películas, y con ellas, acompañadas sus segundas, terceras... o hasta que hayan querido o podido hacer cuando algo tenía el tirón comercial que tanto gusta en Hollywood y por el que han creado aunténticas aberraciones. Si bien en el volumen 1 contábamos con un amplio abanico de secuelas nefastas, aquí va otra tanda de joyitas que nos han ido dejando a lo largo de los años.
El hijo de la máscara (La Máscara 2)
Las continuaciones de películas más nefastas Vol.2
A mediados de la década de los años 90 en cine había recogido mucha esencia de el gran cine de los 80´s, dejando claras evidencias de querer seguir una pauta similar, pero con una renovada sensación de cambio, ya que los efectos digitales estaban a la orden del día y contaban con muchos más medios para hacer creaciones de más calidad, y en ocasiones, de más cantidad, aunque es cierto que fue muchos años después.
La Máscara (1994) película madre de la que salió la aberración de la que vamos a hablar a continuación, es considerado todo un clásico, una película que hasta los tiempos actuales se sigue recordando con especial cariño y nostálgia. Jim Carrey, aún estancado en su papel de "tío de las 1000 caras" y comedia ligera, consiguió dar vida a Stanley Ipkiss, el típico perdedor entrañable que sueña con llevarse a la chica guapa, papel interpretado por Cameron Díaz, posíblemente en una de las películas que más favorecida aparece. 
Supongo que todos sabemos el argumento, la trama y el desenlace. Lo que nunca jamás creí que llegaría allá por el año 2005 que llegara a ver la luz un producto tan mediocre como fue la segunda parte, en la que ni el argumento, ni los personajes y ni mucho menos su propia existencia tiene el más mínimo sentido. Un estilo tipo cartoon que acompaña siniestramente toda la película, unas interpretaciones de telefilm de sobremesa y un "sinsentido" constante, hace que no sólo sea infumable, sino que puede llegar a cabrear los corazones más sentidos por la película original.
Jurassic Park III
Las continuaciones de películas más nefastas Vol.2
Steven Spielberg, uno de los génios cinematográficos de todos los tiempos (modernos), nos regaló una saga de películas más reconocidas internacionalmente, y que todos estámos olbigados a ver, entre otras muchas evidentemente, pero hoy en día me costaría mucho recordar a alguien que no conozca cualquera de ellas.
Corría el año 1993, y Jurassic Park, la película basada en la novela de Michael Crichton, veía la luz en las carteleras de los cines de todo el mundo. La película ya creada con efectos digitales, la pionera en este arte, empezó a hacerse con todos los fans que fueron creciendo con los dinosaurios tan realistas como terroríficos que componían las películas.
Supongo que habrá quien tenga una opinión direfente sobre la calidad de la película, pero como la objetividad en este caso está realmente sesgada por el amor que sentimos por ellas, nos impide dar una sola palabra negativa hacia ello.
Aún con polémica, años después ya en 1997, Spielberg nos trajó la segunda parte, El Mundo Perdido secuela bastante aceptable y entretenida con la que debió acabar la saga por completo y con la que podía haber tenido un desenlace digno. Pero una vez más el diablo metió la mano, y se pusieron en marcha y un fatídico día del año 2001 llegó a las grandes pantallas Jurassic Park III. Rescatando a parte del reparto original, crearon la abominación con la que destrozaron los grandes clásicos que predecían a este show de mediocridad. 
El argumento consta de el rescate de el hijo de la familia pija de turno que se pierde en la isla Sorna, y en la que los dinosaurios caminan con total libertad. No hay mucho más que decir, excepto nombrar algunas escenas ridículas como el dinosaurio que se come el teléfono móvil vía satélite de el "millonetis", y que les sirve como alarma de que se aproxima con el ridículo tono polifónico de la época.
No recomiendo ni leer la sinopsis, sólo que si la véis en alguna tienda, o videoclub (si es que alguno queda), la cojáis y la enterréis detrás de los clásicos de Paco Martínez Soria para que caiga en el más absoluto de los olvidos.
Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal
Las continuaciones de películas más nefastas Vol.2
Indiana Jones, otra de las sagas más queridas del cine ochentero, en esta ocasión nos transportamos al año 1981, año de estreno de la primera entrega de la gran saga del arqueologo más famoso de la historia del cine. En busca del arca perdida desarrollada durante el año 1936, el gobierno de los EEUU encarga a Indiana Jones (Harrison Ford), la búsqueda del Arca de la Alianza, donde se conservan las Tablas de la Ley que Dios entregó a Moisés.
A ésta, le siguieron dos grandes títulos como Indiana Jones y el templo maldito (1984), quizá la más floja de las tres, pero con un gran nivel de entretenimiento aventurero, y que por supuesto es más que olbigada antes de morir. El siniestro templo en el que se encuentra para cumplir la misión de devolver las piedras sagradas que se habían robado a un pueblo les llevarán a adentrarse en las entrañas de un oscuro santuario de secretos y extraños rituales. La película más oscura de todas a su vez, y la que más calificación se le puso a la edad de todas.
Y llegando al año 1989, pasamos a la joya de la corona con Indiana Jones y la última cruzada, en la que ahora estará acompañado por su padre, que es ni más ni menos que Sean Connery en el papel de Henry Jones que será secuestrado durante su busqueda del Santo Grial por los nazis. Poco hay que añadir sobre la brillante película, era el cierre perfecto para una trilogía que duraría eternamente y que jamás envejecerá.
Y una vez más tuvo que ocurrir. Año 2008, el esperado estreno despúes del bombo que se le dió había llegado Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal, la película tan innecesaria como ridícula aterrizó en los cines del mundo para darnos la oportunidad a muchos de ver a "Indi" en la gran pantalla. Un Harrison Ford decrépito, que se le notaban los quilos de más, sus fatigas en las carreras y un Shia LaBeouf inexperto que acabó de hundir en las profundidades de los absurdo a la cuarta entrega que Spielberg quisó llevar a cabo, y que por mucho respeto que le tengamos, esto no se lo voy a poder perdonar jamás.Para evitar saturar demasiado, esperaré a próximas entregas de "Las continuaciones de películas más nefastas" para continuar braseando sobre lo que nuestra opinión fueron las secuelas o precuelas más lamentables que nos ha dado el cine. Hay muchas más que tenémos en mente, pero como digo, hay que dosificar y por supuesto esperar vuestra opinión comentando sobre este artículo. ¡Hasta la próxima!

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