Revista Diario

Las cosas claras y el chocolate espeso

Por Gatadormida

Las cosas claras y el chocolate espeso

"La atracción llama a la atracción, pero hasta aquí... Gracias"

 

-   Mira Jazz… Las coñas que nos traemos los dos cuando nos vemos, simplemente son coñas… - él se ríe como siempre, dice que se puede tener una conversación seria con él, pero nunca me lo demuestra -, y después de lo que me dijiste sobre que te gusta que forme parte de tu vida, lo cielo que soy y demás… Vi que teníamos que hablar del tema.

-   No, no hace falta. No digas más…

-   Si, si hace falta porque me importas más como amigo, que como otra cosa -, la persona que soy ahora mismo, se lo debo en parte a él -, y ambos sabemos que si ocurre algo más entre nosotros. Todo cambiará, nada será lo mismo…

-   Yo… Me alegra muchísimo que formes parte de mi vida, eres un cielo y tenía que decírtelo.

-   Ya… Pero siempre que nos vemos… Eso…

-   Si, pero ambos sabemos lo que hay… Y ambos lo ignoramos, corremos un tupido velo.

-   No te quiero perder…

-   La vida da muchas vueltas gata, ya lo hemos hablado, y no sé lo que va a ocurrir mañana. Pero si sé que mejor persona que tú nunca podré conocer, y que una relación acaba siendo confianza y amistad, la pasión ya fue… Y que todo puede pasar entre nosotros.

-   ¿Sin pasión…?

-   Pero una relación acaba siendo eso y… Yo te quiero mucho.

Ya me lo ha dejado caer en otras ocasiones, siempre con segundas intenciones, para él soy la perfecta persona para formar una familia, o eso es lo que me da a entender... Pero ahora las cosas están claras entre nosotros, o por lo menos por mi parte él sabe que solo quiero una amistad, además es la única persona por quién he sentido algo que no quiero que desaparezca en mi vida porque él ha sido una pieza clave hace mucho tiempo. Yo si estoy con una persona es porque me siento atraída por él no solo físicamente sino como persona. Nunca podré ser “una amiga con derecho a roce”, sólo sexo y confiaza. Porque sé que en el fondo es lo que desea… Ellos no dicen nada, nunca dicen nada y yo sonrío como si nunca hubiera ningún problema. No soy una chica común, no me gusta montar escenas y siempre prefiero hablar las cosas calmadamente, eso si, si hablo digo la verdad sin remordimientos, como lo pienso tal cual y cuando tomo una decisión no hay nada que me haga arrepentirme de ello. Así que esta tarde he cogido valor y hemos hablado. Ambos hemos jugado mal las cartas y es hora de que se acabe el juego. No quiero más, estoy cansada de todo y por todo, por esa razón también hablé con Mark… Porque aunque tiene una pareja estable, cuando coincidimos como el viernes por la tarde, actúa como Jazz solo que de forma mas directa y con más delito. Así que le dejé las cosas claras, puse tierra de por medio porque él tiene novia y no lo entendió, quiere verme, y como me ocurrió con otros chicos del pasado de los que nunca más se supo… Le dije que si, aunque en realidad no volveré a quedar más con él a solas.

El caso es que por fin he cerrado dos puertas que debía de haber sellado hace mucho tiempo. Lo mejor es hablar y dejar las cosas claras, pero si cuando coincides con ellos nunca se habla del tema pero está en el aire, una de esas dos personas debe de hacer el movimiento adecuado para dejar las cosas claras. Y ya que ellos siempre se mueven entre “segundas intenciones, actos o palabras”, y con Jazz he acabado por seguirle la corriente, lo que implica… Aún más peligro. Lo mejor es cortar por lo sano porque sino siempre acaba pasándolo mal uno de los dos, cuando no son los dos.

La conclusión que he llegado es que ninguno de los dos me quiere, solo me desean. Aunque la culpa no son solo de ellos, sino también mía por no haberles parado los pies antes. Uno porque el sexo es el sexo, dejémoslo ahí...  Pero el deseo cansa, sobre todo cuando te marean por todos los lados. Y sobre todo cuando el otro tiene una pareja estable, no me cuentes que discutes o dejas de discutir con ella y lo maravillosa que soy… Por favor, un poco de respeto por las dos partes. Y ahora que he cerrado las tres puertas que me traían a los demonios, por fin creo que se ha calmado todo que ya era hora...


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