Ayer mientras buscaba inspiración para hacer el post de hoy y me debatía si hacer un post de moda, con los estampados de la temporada o uno sobre looks con zapatillas, sí últimamente lo único que me gustan son las zapatillas, así que busco muchas inspiración de looks para mi día a día. Mientras andaba decidiendo y buscando contenido para compartir con vosotros, me topé con esta foto, y empecé a pensar en las cosas cotidianas, esas cosas que hace no mucho eran muy normales y entraban dentro de nuestra rutina diaria, y es más ni siquiera nos cuestionábamos no poder hacerlas. A día de hoy, muchas de esas cosas no son viables, o en caso de que podamos hacerlas hay que ir con mucha precaución, pero bueno, cada día es un día menos, o uno más, según lo mires.Y bueno, ya sabéis como es esto de Pinterest, ves una foto que te gusta y vas saltando de una otra, hasta que el resultado fue que me hice con unas cuantas fotos que me recordaban a aquellas normalidad tan añorada y que hoy queda muy lejana.
Bajar a comprar el pan y tocar el timbre sin miedo a contagiarte y sin llenarte las manos de gel por si acaso...
Quedar con una amiga en la calle, sin mascarilla y pudiendo saludar y hablar con aquellos que te encuentras, sin distancia, sin miedo...
Tomar café, sentarte en una cafetería a tomar una café con una amiga a ponerte al día, y girarte sin pensar si llevas la mascarilla antes de saludar. Aquí hemos estado con bares cerrados hasta hace dos días, y yo no soy de bares, pero si es cierto, que poder tener libertad de quedar el viernes a tomarte un vino o alguna mañana a tomar café si lo echo de menos.
Comprar flores, ojo, ahora también puedes comprar, claro que sí, pero para mi ya no es lo mismo, imagino que el ambiente hace mucho. Si os tengo que ser sinceras, una de las cosas que más echo de menos desde que salí de Valencia es la floristería que tenía debajo de casa. Una floristería de barrio, pequeñita pero perfecta, desde que dejé Valencia no he vuelto a encontrar una floristería igual, y mira que he buscado.
Ahora tenemos otra normalidad. Cuando lo pienso me parece increíble la capacidad de adaptación que tenemos, recuerdo como hace unos meses me paraba en un semáforo y miraba a mi alrededor y pensaba que estaba en una peli de ciencia ficción, y que todo esto que estamos viviendo era un mal sueño. A día de hoy lo raro es salir de casa sin mascarilla y sin gel, y acercarte a alguien a más de dos metros. El otro día sin ir más lejos, hablaba con unas amigas y les preguntaba si en Semana Santa podríamos viajar a Formentera, y una me dice: "Has dicho viajar a Formentera, no ir a Formentera" y se reía, y yo le dije: "Llevamos un año aquí sin salir, ir a Formentera es todo un viaje para mi", y empecé a pensar como habían cambiado las cosas, hasta hace bien poquito, para los de aquí irte un día a Formentera era lo más normal del mundo, pero claro, lo normal ha cambiado. Aunque estoy convencida de que volverá una normalidad mucho mejor, la espera se hace dura a ratos.Y ¿tú qué es lo que echas de menos?AnaFotos vía Pinterest