Revista Psicología
Las cosas grandes empiezan siendo pequeñas (Entrevista a emprendedores)
Por Jesús Portilla Jiménez @podiotriunfador“Las cosas grandes empiezan siendo pequeñas” ¡Qué cierta es esta frase que preside el restaurante El arranque! El restaurante de Mónica y Javier, unos valientes emprendedores a quienes me ha parecido muy interesante hacerles una entrevista, para conocer el mundo de los negocios de cerca.
Ya llevo tiempo hablando de valentía, decisión, ánimo, esfuerzo, coraje, confianza en uno mismo, e incluso del riesgo en ese camino hacia el podio de los triunfadores. Un conjunto de acciones que se aúnan en la decisión de montar un negocio.
Nunca os he hablado de esos triunfadores ocultos —que con valentía y coraje—, dejan a un lado sus miedos y deciden montar un negocio confiando en sus dones, sus capacidades y en su propia fuerza y empeño, para ponerse al servicio de los demás.
Los llamo triunfadores ocultos, porque aunque nadie pueda pensar que ya han triunfado, para mí han dado el paso más importante, el de ver el vacío sobre sus pies y a pesar de todo saltar, porque confían en su fuerza y en ellos mismos. Cuando alguien toma esa decisión, ya es un triunfador y triunfa avanzando cada día, paso a paso, a pesar de los obstáculos del camino.
Arriesgarse, es triunfar. Y estos valientes emprendedores van directamente hacia ese podio de los triunfadores, y no solo porque quieran tener éxito en su negocio o ganar mucho dinero, sino porque en ese puzle de la vida, ponen su granito de arena para que el mundo sea mejor entregándose a sus clientes, con su trabajo, con el bien hacer, con la atención y con su sonrisa hacia cada uno de sus clientes, dejando una importante huella.
No me enrollo más, hoy los protagonistas son ellos y seguro que con sus palabras descubriréis su pasión, su entusiasmo, su sencillez y sus ganas de hacer sentir a cada cliente, lo que ellos sienten, en todo aquello que hacen.
¿Quién es Mónica y quién es Javier?Mónica es una chica de 36 años que le gustan los retos, que se divierte en su trabajo.Javier es un chico de 30 años, muy cabezota y a la vez apasionado de su trabajo.
¿Por qué decidís montar un restaurante? ¿Es un acto de valentía o un sueño?Para nosotros son las dos cosas, VALENTÍA Y SUEÑO. Dos cosas que van enlazadas. Decidimos montar nuestro propio restaurante después de haber dedicado muchas horas, veranos, fines de semana, Navidades y diferentes fiestas, para otros empresarios y cuando se nos presentó la oportunidad y pensamos: ¿Por qué no?
¿Cuánto tiempo os llevó decidiros a abrir vuestro propio restaurante?La verdad que muy poco, fue casi dicho y hecho.
¿Os ha resultado muy difícil abrirlo?La verdad es que nos ha supuesto mucho esfuerzo, con el gran apoyo de nuestra familia.
¿Lo vuestro es experiencia, estudios o ambos?Javier, está titulado en grado medio en cocina y gastronomía en el Hotel-Escuela en Madrid, habiendo hecho las prácticas en Kabuki, uno de los primeros restaurantes de cocina fusión «japonesa-mediterránea».Mónica lo ha vivido desde pequeña. Su padre ya se movía en este mundo, habiendo trabajado en hoteles de 5* y en restaurantes como Kabuki, Umiko y Ramses.
¿Qué es lo mejor y lo peor de tener un negocio propio?Lo mejor es que es tuyo, que trabajas y mimas algo que es tuyo, pero sobre todo que nuestros clientes vengan a vernos y compartan su rato de ocio con nosotros.Lo peor, que vives dentro de tu negocio y evidentemente el día que descansamos, lo dedicamos para mejorar, innovar y buscar los productos necesarios.
¿Merece la pena el riesgo que supone?Sí, por supuesto y sin dudarlo.En este duro camino, ¿se piensa alguna vez en abandonar?No, nunca. Se piensa en resistir, persistir e insistir.
¿Cuáles son vuestros principales valores como personas? La familiaridad, la educación, la atención y el buen servicio.
¿Cuáles son vuestras principales cualidades y capacidades como profesionales?Una de las cualidades de Javier, es su determinación para elaborar él mismo todas las salsas. Se niega en rotundo a utilizar salsas comerciales y cuida mucho los alérgenos e intolerancias.Mónica, por su experiencia, sabe trabajar sola en barra y en sala. Trabaja bien bajo presión, lo que puede conllevar que el local se llene de repente.Nuestra capacidad como profesionales, es que los dos intentamos mejorar todo lo que se pueda apoyándonos el uno al otro. Trabajamos muy bien en equipo.
¿Cómo habéis hecho o cómo hacéis para que os conozca la gente?La verdad es que cuando abrimos, íbamos tan justos de tiempo, que no hicimos publicidad ninguna, así que nuestros clientes son nuestra voz, los que nos recomiendan.
¿Qué le hace a un cliente elegir vuestro restaurante en vez de otro?Nosotros creemos que hay muchas cosas enlazadas para que nos elijan, como la calidad del producto, amabilidad, limpieza, cercanía… Y los detalles. Todos nos quedamos siempre con los pequeños detalles que son los que marcan la gran diferencia.
¿Cuál es vuestra especialidad o especialidades?La verdad que especialidades para nosotros son todas, pero lo más demandado es el pulpo braseado, nuestra moghamburguer, el chuletón, los mejillones cabreados y los arroces.
Actualmente tenéis un menú diario a 9 euros pero, ¿qué menú especial de la carta proponéis para paladares exquisitos?Para un menú especial, recomendaríamos nuestra ensalada del monte y nuestro bacalao en aceite confitado en ajitos y guindillas con su pil-pil.
¿Habéis cumplido ya vuestro sueño o todavía queda mucho camino que recorrer?Esto solo es “El Arranque”.
¿Dónde os veis dentro de cinco años?¡En una isla paradisíaca! (jajajaja). No, en serio, en nuestro negocio luchando día a día y sintiendo de cerca la satisfacción de nuestros clientes.
Llegar al podio de los triunfadores yo lo defino como el lugar donde uno se siente satisfecho consigo mismo. ¿Qué es para vosotros llegar al podio de los triunfadores?Para nosotros es la confianza que los clientes han depositado en nosotros, porque ellos son los que hacen que podamos seguir luchando por nuestro sueño.
¿Qué consejo daríais a quien también quiere ver realizados sus sueños?¡Que vayan a por él sin dudarlo!
Mónica y Javier tienen razón, las cosas grandes empiezan siendo pequeñas, y cuando “se resiste, se persiste y se insiste”, lo pequeño acaba siendo GRANDE.
El poeta Hesíodo decía: «Si añades un poco a lo poco y lo haces así con frecuencia, pronto llegará a ser mucho»
Muchas gracias y mucho éxito para estos emprendedores desde El podio de los triunfadores.
Muchas gracias también a mis lectores por estar aquí y no dudéis en compartirlo.