Revista Filosofía

Las cosas sí deberían preocuparnos

Por Bayo
Bayo"Por muy bonito que parezca ese pensamiento que he escuchado tantas veces ante el robo o la falla de un objeto, algo así como 'no hay que preocuparse, lo material no es lo importante, las cosas se pueden recuperar', a este no le encuentro nada de bonito. Implicará planteamientos que no encuentro negativos, como el desapego por lo material y la disconformidad con el orden socioeconómico establecido, pero también, según yo, implica algo que los contrarresta y los deja en nada: la falta de conciencia sobre el ciclo de vida de las cosas y su impacto en la naturaleza.
Seguramente, dichos planteamientos dejarán tranquilos a esos individuos y no sentirán menos que orgullo al llevarlos a cabo y proclamarlos, pero para mi es evidente que al final solo se están beneficiando ellos y dudo que eso sea digno de admiración. Sería el fan número uno de ellos si las cosas se crearán de la nada, pero eso no es así. Las cosas se crean a partir de materias primas extraídas de la naturaleza y al comprarlas nos hacemos parte de la demanda que hace que dichos artículos se fabriquen, aumentando así la producción.
No digo que no haya que comprar nada nunca más. Solo digo que siempre hay que tener presente que como partes del ecosistema de la Tierra, los humanos tenemos un impacto ambiental, y nuestras decisiones personales, por muy mínimas que parezcan, importan (como dicen en la película Cloud Atlas: 'Y sin embargo, ¿qué es un océano sino una multitud de gotas?'). Mantener el equilibrio de nuestra especie con la naturaleza depende de cada uno y estar conscientes de esto no puede sino favorecer ese equilibrio. Las cosas, por lo tanto, sí deberían preocuparnos y una vez que adquiriésemos una deberíamos cuidarla bien para no perderla y que no fallase (y si fallase, reparándola), utilizándola de esta manera hasta final su vida útil.
Bayo
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