Día tras día las criptomonedas en Colombia, ganan más terreno y no solo se debe al hecho de que el país es considerado como uno de los mercados más grandes y atractivos en el mundo para realizar transacciones con este tipo de activos.
Colombia, también se trata de que es uno de los pocos países en el continente donde se están llevando adelante iniciativas serias por parte de los entes reguladores para entender el mercado y desarrollar un marco legal sobre las operaciones con criptoactivos en el país y proteja a los usuarios de ser víctimas de estafas.
Sobre el panorama de las criptomonedas en Colombia
Como se sabe hace más de un año del plan piloto de la Superintendencia Financiera (SFC) por medio del sandbox regulatorio, ya se dio a conocer la noticia del primer borrador de una circular externa para la normatividad de las transacciones y operaciones con criptoactivos en el país, un hecho, que hace preguntar a muchos: ¿cuál será el futuro de estas monedas bajo el gobierno de Gustavo Petro?
Lo cierto es que Petro ya se ha pronunciado en algunas ocasiones sobre este tema, señalando que encuentra a los criptoactivos como una gran oportunidad para el país, sumado al proyecto regulatorio que deja el gobierno actual, podría ser el insumo ideal para que la regulación cripto en Colombia sea una realidad pronto.
Especialmente hay dos frentes que resaltar en los que Petro ha opinado al respecto de los criptoactivos en Colombia. El primero, que este tipo de activos es una oportunidad para la descentralización del dinero y bajar el dominio de los bancos, quienes tienen alta concentración del mercado en Colombia.
Por otro lado, el presidente electo destacó en una entrevista hace unos meses que los criptoactivos ya son una tendencia global y que necesitarán cada vez más fuentes limpias de energía para operar de forma sostenible.
Una oportunidad para Colombia
Sinduda alguna, esto representa una oportunidad para el país en la generación de esa energía a través de fuentes verdes como la solar y eólica, en la Guajira y el Cesar, así como la hidroeléctrica en las caídas de agua de las cordilleras colombianas.