Revista Humor
No es la primera vez y sospecho que no será la última en que vivimos una crisis global desde que existe la civilización. No soy un experto en historia pero creo recordar que la crisis de principios del siglo XX tuvo como consecuencia el ascenso de las peores dictaduras y los peores dictadores que se recuerdan. Los tiempos difíciles abonan el terreno a los totalitarismos que se presentan soluciones mesiánicas y prometen lo imposible para luego dominar hasta el aspecto más íntimo de la vida de los individuos. Fueron los años en que nazismo, fascismo y comunismo dominaron Europa. La persecución y exterminio en esos ámbitos fueron (y siguen siendo allá donde siguen) espantosos. Millones de muertos en Europa, millones en la Unión Soviética y los países de su esfera ideológica (las dictaduras asiáticas llegaron hasta el paroxismo en ese punto).
Ahora, cuando estamos de nuevo en una de esas crisis periódica, vuelven viejos clichés a proponer soluciones totalitarias a la situación. Radicalismos que ya sabemos lo que dieron de sí, desempolvan sus símbolos para volver a proponer las soluciones que en el pasado reciente generaron hambrunas, miseria y muerte para los colectivos gobernados. En los pasados años 80 uno de los escenarios de una probable guerra mundial partía del supuesto de una nueva hambruna en la esfera soviética que obligara a sus dirigentes a declararla. Por eso, occidente y en particular los EEUU vendían grandes cantidades de alimentos a la URSS para prevenir que tal cosa sucediera. Igualmente se envían alimentos a Corea del Norte para calmar la delirante dictadura que allí se vive y que genera cientos de miles de muertos de hambre periódicamente.
En los albores de la II Guerra Mundial J. Stalin tenía una crisis de "activo circulante", vamos que no tenía dinero y lo necesitaba. ¿Cómo conseguirlo? Solucionó la crisis al estilo soviético (que es lo que parece que algunos proponen hoy de nuevo). La colectivización estaba siendo un desastre, baja producción, revueltas campesinas que llevaron a fusilamientos y encarcelamientos, etc. Y por último cogió cada vez más cuota de la ya exigua producción de alimentos de Ucrania (que había sido el "granero de la Unión") para conseguir divisas. Imaginad lo que vino a continuación, se le llamó "Holodomor", el Genocidio Ucraniano o el Holocausto Ucraniano. Murieron entre siete y diez millones de personas, hubo canibalismo y la república se convirtió en un gran campo de concentración. Fue consecuencia del "gran viraje" que quería impulsar Stalin, luego llegaría la Revolución Cultural china y sus cuarenta millones de muertos o la camboyana con unos resultados igualmente devastadores, y así en todos los países que conocieron el gobierno del comunismo del siglo XX.
Por eso cuando ahora resucitan las "soluciones" de este pasado reciente da un poquito de miedo. Por el lado contrario está el "amanecer dorado" griego que también recuerda espantos recientes de igual o peor calibre. Espero que seamos más inteligentes y hayamos aprendido algo. Por cierto eso de amanecer dorado me suena a hacer pipí recién levantado, serán cosas mías. :-)