Revista Cultura y Ocio

"Las cruzadas fueron un trampolín para la era de descubrimientos europea"

Publicado el 15 septiembre 2020 por Castillosenelaire

Roger Crowley nos lleva a Tierra Santa con La Torre Maldita

1. Las Cruzadas nos atraen a los curiosos. Todas las gestas, las proezas, los fracasos, las batallas… pero ¿tuvieron algún sentido real? ¿Tenían alguna posibilidad de triunfo en su objetivo principal más allá de disponer de algunos enclaves o colonias en esa zona del Mediterráneo?

Es cierto que las cruzadas son muy populares en el colectivo imaginario de Europa, 200 años llenos de batallas épicas, victorias y derrotas, traiciones y actos de valor, héroes y villanos. Es una saga que ha fascinado a nuestro imaginario histórico. Posteriormente, está claro que las posibilidades de que la Europa cristiana retuviera permanentemente Jerusalén y la tierra donde Jesús vivió y murió eran nulas. Los retos logísticos de mantener un territorio a esa distancia, antes de la edad moderna, contra un enemigo luchando en casa nunca podrían ser vencidos. Ahora en un mundo post 11 de septiembre es tentador ver las divisiones culturales y religiosas contemporáneas entre el Islam y Occidente como una continuación del sufrimiento de las cruzadas, pero de hecho, después de que las cruzadas en Tierra Santa acabaran, fueron olvidadas por ambas partes durante siglos y este choque de civilizaciones solo ha sido utilizado como un arma, por ambas partes, en tiempos modernos. El sorprendente y olvidado legado de las cruzadas, creo, fue uno de los intercambios culturales. ¿Qué ganó Europa por la aventura de las cruzadas? Debajo de la superficie de la guerra, una visión más amplia del mundo y transmisiones tecnológicas y culturales desde las sociedades del Este medio más sofisticadas hasta la Europa más atrasada. 

Durante las cruzadas, los europeos aprendieron nuevas técnicas sobre fabricación de vidrio y papel, manufacturación de tejidos, sistemas de cultivo de azúcar, uso de las especias, mejor higiene, prácticas comerciales más sofisticadas. Cruzados y peregrinos a Tierra Santa volvían con una visión del mundo más extensa y crearon el género de la escritura de viajes. Europa perdió las cruzadas militarmente, pero ganó mucho gracias a sus interacciones. Durante este proceso, Europa debilitó y reemplazó mucha de su riqueza a largo plazo del mundo islámico y las cruzadas fueron un trampolín para la era de descubrimientos europea. Marco Polo se dirigió a China desde Acre.

2. Las divisiones internas siempre fueron las que propiciaron la derrota en uno y otro bando, ¿de haber existido una unión real entre musulmanes o cristianos se habrían alargado tanto?

Es verdaderamente probable que si uno de los bandos hubiera actuado con un comando unificado y una estructura de control el resultado podría haber sido diferente o la contienda menos duradera. Pero era gente medieval antes de la estructura de los estados nacionales, cuando el mundo estaba plagado de intereses tribales y partidistas y estaba dominado por la fuerza de voluntad de los individuos. De vez en cuando necesitaba que emergiera un líder inspiracional- Saladino, Baybars o Ricardo Corazón de León- para cambiar el equilibrio del poder, pero a menudo era por un corto período de tiempo. 

3. Acre es un enclave atrayente y mágico para los que nos asomamos hoy a su historia, pero ¿y en su época? ¿Podríamos estar hablando de una de las ciudades más cosmopolitas del mundo? Una especie de New York de su época?

Verdaderamente sería una pequeña Nueva York. Por su posición hacia la mitad de la costa del Levante y con las ventajas de un buen puerto, Acre estaba situada de forma única para ser un punto de encuentro para personas, lenguas y religiones. El intercambió cruzaba las barreras de la fe y la guerra. Cruzados que llegaban nuevos se sorprendían al descubrir mercantes musulmanes intercambiando en la ciudad. Había una población europea establecida que hablaba árabe y los intercambios que pasaban por Acre iban desde el Mar Negro a Egipto y por la parte terrestre a Damasco y Bagdad, trayendo productos de India y las rutas de la seda que llegaban hasta China. Había 80 iglesias en la ciudad para una sorprendente variedad de personas. Los irlandeses tenían una iglesia, también los bretones, una para San Jaime de la península ibérica, una para San Jorge de los ingleses, etc. Había comunidades de judíos y coptos de Egipto. Podías oír todos los idiomas de Europa en las calles tanto como los del Oriente Medio. El mayor lenguaje de comunicación era francés antiguo, pero el alemán, catalán, provenzal, italiano y el inglés se podían escuchar, mezclándose con los lenguajes del Levante. Sobre todo las comunidades mercantes de Pisa, Génova y Venecia. Era un lugar impresionante y, particularmente sucio. El sistema de alcantarillado no era bueno.

4. Por ubicación geográfica, por periodo histórico, por importancia estratégica… ¿Acre y los Reinos Cristianos en Tierra Santa tuvieron en alguna oportunidad la posibilidad de mantenerse en el tiempo? ¿La política y la estrategia lo podrían haber conseguido o era una quimera imposible mantener esos territorios?

Mientras el mundo islámico se mantuviera separado era posible que los reinos cristianos pudieran sobrevivir. Incluso las victorias de Saladino duraban poco. Tras su muerte, el Oriente Medio islámico se fragmentó de nuevo, pero con la llegada de la dinastía turca de los mamelucos, que consiguió movilizar el sentimiento musulmán al espíritu de jihad, el final era inevitable. Incluso si los problemáticos principados cristianos en Tierra Santa se hubieran unificado la situación era insostenible no solo por la llegada de mamelucos y la parte logísitca, sino por los cambios culturales y políticos en Europa. Al final del siglo 13, las cruzadas ya no avivan tanto a la gente. Empezaron a tener un cierto cinismo sobre el papado. La gente ya no estaba conmovida tan fácilmente por un simple fervor espiritual que había marcado las anteriores cruzadas masivas. El miedo existencial al pecado y las perspectivas del cielo e infierno estaban perdiendo su influencia poco a poco en un continente cuya riqueza crecía poco a poco, incluso después de la terrible peste negra. Europa estaba pasando a ser una nación de estados con diferentes intereses nacionales. La idea de una cristiandad unida se moría.


5. ¿Podríamos decir que las cruzadas son una sucesión de derrotas más o menos dolorosas? 

Empezaron con la victoria más sorprendente e inesperada- la toma de Jerusalén en 1099. Es verdad que después las derrotas fueron continuas y sucesivas con alguna victoria ocasional, pero pienso que es un error ver las cruzadas solo como un fenómeno militar. También eran un fenómeno cultural. Los europeos vivían, viajaban, intercambiaban en el Levante durante dos siglos. Hacían peregrinajes. Aprendían lenguas y absorbían otras formas de vivir y habilidades económicas, comerciales e industriales que mencioné antes y que eran enormemente positivas para el desarrollo de Europa. 

6. Hay algo que me ha extrañado mucho de todo lo que pasó en las diversas cruzadas, la enorme información que tenían sobre por qué habían fracasado las anteriores y siguieran cayendo en el mismo error, ¿cuestión de torpeza o crees que hay otras razones?

Es verdad que parece haber un patrón. Una cruzada totalmente frustrada en el Nilo no dio lugar a ningún conocimiento en el segundo intento, en St Louis, que describo en el libro. El fracaso de ajustar las tácticas de batalla también es relevante. El cargo de la caballería heroica favorecido por los caballeros nunca consiguió afrontar a las tácticas ágiles de los guerreros islámicos, lo que les ayudó a cercar a sus torpes enemigos. A veces era porque el código de caballería y las grandes hazañas estaban muy presentes en la mente medieval. A veces pienso que los caballeros medievales preferían una muerte heroica a una victoria. 

7. Es sorprendente la cantidad de información que existe de todo lo que aconteció en aquellos tiempos, muchas veces se ha hablado de la escasa cultura de la Edad Media, ¿toda esta información demuestra que en este aspecto estamos muy equivocados, que hubo mucha más cultura y mucha más administración de lo que pensamos los legos en Historia?

Las cruzadas son particularmente ricas en material original, pero creo que infravaloramos la profundidad cultural y sofisticación de la sociedad medieval. La cantidad de material escrito, antes de la invención de la impresora, que las cruzadas produjeron pienso que también demuestra la experiencia tan extraordinaria que fueron las cruzadas para la gente medieval. 

8. ¿Por qué centra el libro en la Torre Maldita?

El libro trata principalmente sobre el asedio final de Acre, la batalla por sus torres y muros. La Torre Maldita fue nombrada así durante la tercera cruzada cuando Ricardo Corazón de León y Felipe Augusto de Francia estaban intentando reconquistar Acre de Saladino. Fue una batalla extremadamente amarga. Les llevó al rededor de dos años. La clave de la defensa fue una torre que mandaba los muros, en los que perdieron muchos hombres y que simbolizaban el gran sufrimiento del asedio. Esta fue llamada la torre maldita. Me pareció que representaba que la ciudad fue una estructura defensiva. 

9. ¿Con la Acre “cristiana”, además de una ciudad y un sueño, cayó una manera de ver el mundo desde la cristiandad?

Fue un momento simbólico e hizo que sufrieran mucho pesimismo porque la llegada del cristianismo al mundo entero podría no pasar nunca. Llevó a mucha gente a buscar explicaciones espirituales- que la pérdida de la Tierra Santa ocurrió por el pecado o por la ira de Dios. Pero lo más común fue que se dieran cuenta de que las cruzadas se terminaron, Jerusalén nunca sería reclamada y  el Islam tendría que ser adaptado en la visión del mundo europea y esto tardó en ser aceptado. En Europa seguían planteando planes de cruzadas por lo menos 200 años después y esto incluye los viajes de Colón y los portugeses. 

10. Con La Torre Maldita intentas acercar al gran público un momento de la historia muy complejo, más allá del mundo académico… ¿una de las misiones de cualquier divulgador es conseguir que aquello que le apasiona llegue a cuantas más personas mejor?

Para mí, creo que lo es. Veo la historia que escribo como un puente entre el trabajo de académicos de historia y el interés del público general. Es un balance delicado entre ser lo más fiel posible a los hechos, mientras los presentas en una narrativa interesante, entre la complejidad y la claridad. Lo que me interesa particularmente son las fuentes de primera mano. Quiero escuchar las voces de la gente del pasado hablándome directamente sobre lo que hicieron y lo que sabían. También me fascina el sentido de los lugares- cómo eran las ciudades, paisajes, mares y lo que queda de ellas hoy en día. 

11. Como historiador, la imparcialidad debería ser una máxima, aunque sabemos que esto no ha sido así durante la Historia de la humanidad… En un libro como este, en el que se habla de dos bandos enfrentados (en ocasiones incluso de tres o más, si añadimos a los mongoles y a las diversas facciones entre musulmanes y cristianos), ¿es fácil mantenerse imparcial?

Intento escribir la historia desde ambas partes, pero no siempre es fácil. El mayor reto es que las fuentes cristianas siempre parecen más detalladas que las islámicas. Había menos tradición de escribir relatos sobre sí mismos en la cultura islámica. Las fuentes árabes sobre la caída de Acre, que tuve que traducir, eran interesantes sobre todo el periodo previo al asedio y las decisiones políticas sobre tratados, pero eran muy limitadas en el asedio en sí. Hay mucha más información en las fuentes cristianas sobre como Mamluks consiguió el asedio final en 1291, cómo lucharon, la operación de las catapultas, las tácticas de batalla, etc. que en las fuentes musulmanas. Esto es frustrante. Siempre tengo que leer entre líneas sobre lo que dicen los cristianos para intentar equilibrar la historia.

12. De entre todos los personajes que se pasean por La Torre Maldita, ¿hay alguno al que admires profundamente y alguno al que odies sin poder evitarlo?

No creo que odie a nadie particularmente en este libro, aunque el Sultán Baybars gana siendo la figura más despiadada y terrorífica que pasa por sus páginas. El personaje que más me fascina es el Templario de Tyre, un cronista casi anónimo que es testigo de la toma y escribió el testimonio más valioso sobre la caída de Acre. Su testimonio es muy vívido y aún así este hombre es un misterio. Hablaba árabe, actuaba como un oficial de inteligencia para los templarios y sabía más sobre negociaciones políticas con los mamelucos de lo que revela. No sabemos quién fue, ni cómo escapó de la masacre. Desapareció de la historia. 

13. Tras Constantinopla, Venecia y Acre ¿dónde te llevará tu próximo libro? 

No estoy seguro pero creo que a Moluccas. Las islas de especias del archipiélago indonesio que fue objeto de competiciones intensas entre los poderes marítimos europeos en el siglo 16 y llevó a la creación de los imperios marítimos europeos. Primero Portugal y España- con el viaje de Magallanes- luego la llegada de los ingleses y los holandeses, que hicieron los primeros contactos con China y Japón. Es un gran tema. ¡Estoy leyendo mucho sobre ello!

14. ¿Tenemos que seguir mirando nuestro pasado para entender el presente y el futuro? 

Creo que tenemos que seguir reexaminando el pasado de forma crítica porque los países tienden a usar versiones de su historia nacional para darse identidad, orgullo y creencia- en formas que no siempre son beneficiosas. Tenemos dos ejemplos de esto en la Gran Bretaña presente. Lo primero es, por supuesto, Brexit. Parecemos incapaces de ir más allá de la historia para hablar sobre la segunda guerra mundial- que Gran Bretaña bajo el mando de Churchill se mantuvo magníficamente contra los nazis- y podríamos seguir por nuestra cuenta de nuevo. Pienso que esto es peligroso. Sería beneficioso recordar que la segunda guerra mundial la ganó Rusia y Estados Unidos y ser más realistas sobre el culto a Churchill. La segunda es la pregunta sobre el imperio británico. La campaña de las vidas de los negros importan está causando que pensemos sobre esclavitud y temas de la explotación colonial. ¿Cómo deberíamos lidiar con este pasado y sus efectos en la gente de un imperio que ahora son ciudadanos de nuestro país? ¿Qué deberíamos hacer con las estatuas erigidas por gente que creó este imperio, y los contenidos de nuestros grandes museos que algunos dicen que deben ser devueltos a los países de los que vinieron? Parece que solo hemos empezado a pensar en esto.
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Agradecimiento especial al equipo de Ático de los Libros por la traducción de la entrevista.

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