No sé si se puede hablar de improvisación, frivolidad o un pésimo consejo de sus asesores de comunicación, pero si sé, en cambio, que las palabras del Ministro de Industria, Miguel Sebastián, minimizando el impacto de la subida del recibo de la la luz son, cuando menos, desafortunadas, en un contexto como el actual. Comparar el incremento de la tarifa eléctrica con el precio de un café provoca lógica irritación en más de 17 millones de hogares, que se verán afectados por esta medida a partir del 1 de enero. Olvida Miguel Sebastián que esta decisión coincide en el tiempo con la subida del gas, la bombona de butano, el transporte, el euribor,…. y así hasta el inifinito, mientras aumenta el número de personas desempleadas, se acuerda retirar la ayuda de 426 euros a las personas sin prestaciones sociales,….. Si ganamos menos, si niegan recursos a quienes más lo necesitan,…. y los precios se disparan, ¿dónde nos conducen? A la bancarrota, sólo que sin operación rescate, sino justo todo lo contrario: operación ahogo.