El objetivo de mi blog siempre ha sido recomendar un buen libro así como el viaje a aquellos lugares donde transcurra su historia. En este caso toca el turno a Flandes, y para ello qué mejor que una novela policíaca, escrita por Pieter Aspe, nacido en la misma ciudad de Brujas.
Os adelanto que dejaré Bruselas y Gante para posts posteriores sobre Bélgica ¿Motivo? Sinceramente, aún no he leído ninguna novela que transcurra en esas dos bellas ciudades... pero lo haré; eso sí, se agradecerán vuestras recomendaciones.
Respecto a la sinopsis de Las culpas de Midas avanzaros que la trama comienza con Adriaan Frenkel, un turista holándes, que escucha casualmente una conversación entre dos personas situadas en la mesa contigua, el industrial local Georges Vanderkerckhove y un alemán, Dietrich Fiedle. A la mañana siguiente, el alemán es encontrado en la calle, y hospitalizado, al parecer, víctima de un hematoma accidental, y muere. Seguidamente, una bomba destruye la estatua de un icono nacional y cultural en el centro de Brujas.
Poco después el turista holandés aparece muerto en circunstancias parecidas. No habría ningún caso para el comisario Van In y su amante ocasional, la asistente del fiscal de distrito, Hannelore Maartens, sino se hubiera encontrado una fotografía de la "Madonna con el niño" de Miguel Ángel entre las pertenencias del turista, que sugiere algún enlace o relación con el ataque a la estatua del gran poeta belga Guido Gezelle.
Van In y Hannelore comenzarán su propia investigación ante la incompetencia del alcalde y el Comisionado, que centran equivocadamente el foco del atentando en el Movimiento Revolucionario, e independentista, Valón. Sin embargo, el protagonista, fumador empedernido y todo un carácter, que además se encuentra en una situación económica apurada, con problemas de pareja y alcoholismo, se verá involucrado en lo que en un principio parecía un caso sencillo pero que salpicará a constructores influyentes de dudosa moral, jueces con orígenes familiares nazis, prostitutas, etc.
La novela (segunda de una treintena escrita por el autor) es la única traducida de Pieter Aspe al español, y algunos párrafos y expresiones de la traducción cuestan algo entenderlas. También aviso que los nombres (complejos en nuestro idioma) añaden alguna pequeña dificultad a la lectura, pero no restan un ápice de interés por conocer a los personajes, y a Brujas como decorado de las páginas, de este interesante caso de novela negra.