La referencia siguiente corresponde al año 797 (d. C.) y corresponde a la campaña de represión que se realizó contra íos rebeldes toledanos-en tiempos del emir Al-Hakam I, en la cual los cronistas musulmanes citan la puerta del puente o de Alcántara de Toledo.
La trae a colación Torres Balbás tomándola del «Bayao II de Ibn Idhari» y de los «Annales de Ibns Al-Athir». También nos ilustra que, según el «Fatho-I-Andalus», en una de las extremidades del puente por orden del wali Hishamal-Rida en 192: (808 d.G.) fue empalado Galilo ben Tammaum.
Una noticia muy repetida por los cronistas es la de la estratagema de Mohamad I, que organizó una expedición contra los toledanos que se habían rebelado consiguiendo apoderarse del puente, pero se vio impotente para apoderarse de la ciudad, por lo cual decidió retirarse, pero antes organizó un castigo contra los toledanos, para lo cual ordenó a sus ingenieros minar el puente; luego fingió retirarse, con lo cual hizo salir a los sitiados, que ocuparon todo el puente, momento en el cual se derrumbó, pereciendo ahogados gran parte de los guerreros toledanos.
Ocurrió en el 858-859 (d. C). Las referencias son de Amador de los Ríos y de Torres Balbás. Este lo toma de los geógrafos árabes: «Ibn-ldhari (Bayan II)»; «Ibn Jaldun (Ibar IV); «Maqqari (Analectes I)» y de la «crónica de D. Rodrigo (Hist. Arabum, cap. XXVII)».
También Al Razi se refiere a esta destrucción y en su «Crónica» dice «que era una puente rica e muy maravillosa, e tanto que sotilmente labrada que nunca home puede asinar que otra tan buena haya fecha en España».
Hasta la destrucción del Mohammat I seguimos con el mismo puente romano, pues como ya hemos afirmado no pudo ser construido ni por los visigodos, ni tampoco por los musulmanes anteriores.
Se presenta el primer problema serio, con relación a la destrucción de Mohammat I y la reconstrucción correspondiente... No está claro qué es lo que fue minado; parecería el arco principal por la catástrofe que se origina, pero el minado y su correspondiente destrucción parece que hubiera sido muy a la vista de los sitiados y sobre todo muy laboriosa, larga y difícil.
Cabe otra hipótesis, teniendo en cuenta la teoría que luego desarrollamos del puente inicialmente de tres vanos, con un vano más que el actual situado en simetría con respecto al que existe junto a la ciudad.
Este vano hipotético pudo ser más fácilmente minado que el central y menos hostilizado el trabajo que el del arco junto a la ciudad., muy al alcance de los sitiados. Mi teoría se completa con la hipótesis de que la reconstrucción del derribo era más fácil, rellenando el hueco correspondiente al vano, que por otro lado tenía poco papel desde el punto de vista hidráulico, ya que sólo servía durante las avenidas muy importantes del río.
Las cornisas verticales, que han quedado en ambos frentes, una correspondería al arco central y la otra, la más corta, al arco lateral desaparecido. Además observando atentamente la fábrica de mampostería del muro parece distinguirse una diferencia de color (más claro) delimitando la zona que correspondería al. cegamiento del vano desaparecido.
Ya hemos indicado una obra importante en los muros del lado opuesto a la ciudad, a finales del siglo X, que pudiera consistir en el relleno del arco y en un repaso general de los paramentos de mampostería. Volviendo a las noticias del puente, éste vuelve a figurar en las campañas de Abd al-Rahman consigue alcanzar el dominio de la ciudad en el 320 (932 d. C)
Antes de terminar el siglo X llega por varios conductos la noticia de una reconstrucción realizada por Halaf o Chalaf hijo del gobernador de Toledo, Mahomet Alameri que se termina en el 997 y, en general, se considera como ordenada por Almanzor.
Debió ser una reconstrucción de importancia, pues muchos de los cronistas llegan a considerarla como la verdadera construcción del puente actual, pero esto desde el punto de vista estilístico es completamente disparatado, pues la fábrica de la época es la mampostería y no la sillería que ocupa un lugar predominante en pila, parte inferior de los tajamares y en las bóvedas completas.
Esta reconstrucción muy bien pudiera ser la que referíamos un poco más arriba, cuando se cegó el tercer arco, se restauraron paramentos de tímpanos y de muros, e incluso se pudieron recrecer los tajamares añadiéndoles los cuerpos superíores, tanto aguas arriba como aguas abajo.
Como construcción inicial la dan Ponz, Quadrado, Madoz y Amador de los Ríos. Figuraba la noticia en una lápida dentro de la fortaleza aneja al puente del lado Toledo redactada prímero en árabe y sustituida después por otra en romance.
La siguiente noticia relativa al puente es la de las grandes avenidas a consecuencia de las lluvias persistentes durante el año 1249 «fue el gran diluvio de las aguas e duró hasta el Jueves XXVI días andados de Diciembre, e fueron llenas de las aguas muy grandes por todas las más de las tierras, e ficieron muy grandes daños en mucho lugares, e señaladamente en España que derribaron las más de las puentes que y eran. Entre todas las obras fue derribada una gran partida de este puente de Toledo».
Encima de la puerta interior de la torre defensiva del puente, por el lado de la ciudad, había una lápida que atestiguaba el enorme estrago que en el puente hizo esta memorable avenida de 1258 y su restauración connpleta bajo los auspicios de Alfonso el Sabio.
Esto dice Quadrado, que también señala que el arco más inmediato a la ciudad se hundió y sufrió reparación en 1484. En otra inscripción que se encuentra a la salida de la torre junto al pretil del puente dice así: «Reedificóse este arco a industria y diligencia de Andrés IVIanrique, siendo corregidor e alcaide de esta ciudad por su Alteza, en el año MCCCCLXXXIM.»
Aquí tenemos otra vez el problema de la construcción o reconstrucción del puente. Nosotros nos decidimos por lo segundo, pues le correspondió al rey Don Alfonso el Sabio, lo cual si hubiera sido lo primero no hubiera pasado desapercibido como una contribución importante en las aportaciones científicas y técnicas de este rey.
Y lo aceptó como más verosímil aun teniendo en cuenta los datos que figuran en el tomo XXIII de la España Sagrada del padre FIórez sobre las grandes avenidas del río Tajo, en el siglo XIII, una de febrero de 1243 a la que atribuye el derribo de un pilar de la puente, y otra en febrero de 1249 en la cual dice que cayó la puente.
Lo mismo que se exagera dando por construcción desde origen cualquier reconstrucción en un puente, se exagera también en lo referente a las averías causadas por avenidas en un puente dándole siempre que se cita alguna, el carácter más catastrófico posible. A partir de este momento no se consignan ya noticias de interés en cuanto a catástrofes naturales advenidas al puente.
En cambio podemos consignar como final la referencia de un enriquecimiento correspondiente a la torre de entrada al puente, que fue construida en el año 1721 en el estilo de la época, que era el barroco, lo cual escandaliza a los cronistas posteriores que matizan las referencias correspondientes con frases despectivas y de tribulación. Existía una torre anterior en dicho emplazamiento construida en el siglo XIII que se distingue muy bien en algunos de los paisajes de Toledo que figuran en varios cuadros de El Greco.
Parece que los pretiles actuales y el enlosado son de 1835 (según Madoz).
http://informesdelaconstruccion.revistas.csic.es/index.php/informesdelaconstruccion/article/viewFile/2465/2777
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