A veces me pregunto si el lugar de la lectura puede influir en la percepción de la misma, si no se siente la misma sensación con las olas del mar de fondo que en la noche de tu cama. La verdad que no sé por qué a mi las lecturas playeras "me calan entera". Elegir bien los libros que te acompañaran en vacaciones tiene mucho que ver....
Hoy os traigo la última novela de Ana Molina, una autora que ha conseguido atraparme en una historia entretenida y variopinta con un marco con "sabor a pueblo"; a pueblo de los de antes.
Desgranando a cada uno de sus lugareños de una forma natural y espontánea nos vamos adentrarnos en los distintos sucesos que logran formar una novela de lo más distraída y amena.
He disfrutado con los distintos tejemanejes que se van sucediendo; un no parar de acontecimientos que crean una narración de lo más dinámica, adquiriendo un ritmo muy ágil que te hará pasar las distintas hojas casi sin darte cuenta.
Me gustan estas historias inesperadas, estos personajes tan peculiares que transpiran naturalidad y realidad, esta narración sencilla a la par que trabajada, estas novelas que te atrapan sin esfuerzo y sobretodo estas páginas que fluyen.Recomendable: 90%