Desgraciadamente, es la noticia del fin de semana. Ayer sábado un terremoto de magnitud 7.8 sacudió Nepal, convirtiéndose en el desastre natural más impactante de la historia del país. Las consecuencias: catastróficas: más de 2.500 fallecidos en el momento de escribir estas líneas, y más de 4.800 heridos.
Con epicentro a unos 150 kilómetros al noroeste de Katmandú, el seísmo se dejó sentir especialmente en el valle en el que se sitúa la capital nepalí, que vio caer a tierra buena parte de su patrimonio histórico, como la torre Dharahara. También otros edificios de Katmandú se vinieron abajo o quedaron gravemente dañados, con lo que las tareas de rescate se centran en localizar supervivientes entre las montañas de escombros. Mientras, se alinean los cadáveres en la calle.
Con el gobierno nepalí desbordado por la dimensión de la tragedia, India ha enviado suministros médicos y equipos de salvamento, un total de 285 miembros de su Fuerza de Respuesta a Desastres, mientras que China ha mandado un equipo de emergencia de 60 personas. Organizaciones internacionales reunen asimismo personal para acudir a Nepal a colaborar en las tareas de rescate. Países como EE UU, Reino Unido o Pakistán han ofrecido ayuda.
Desde aquí mandamos la máxima fuerza y apoyo a los afectados.
Fuente El País
Fotos: Gizmodo