Seguro que en estos días hay una idea que te ronda por la cabeza: ¿parar o no parar? Efectivamente, cuando la temporada ciclista de profesionales ha tocado a su fin parece lógico (o, al menos, casi natural) que nosotros, los meros globeros, también nos demos un pequeño descanso, ¿no? Con todo, hay quienes no quieren dejar de pedalear en ningún momento del año, y algunos que no son capaces de dejar pasar un día de buen tiempo sin salir a dar una vuelta con su bici. Además, para qué engañarnos, con todo esto del cambio del clima y demás cada vez hace mejor en otoño, el viento que viene del sur cubre más días que antes y ahora se puede salir de corto casi hasta en pleno invierno...pero eso es otro asunto, del que no vamos a hablar.
Así que, ¿parar o no parar? Si quieres nuestra opinión la respuesta debe de ser siempre afirmativa. Llámanos puristas si quieres... Otro día te explicamos cómo debes de hacer esa parada, su duración, los aspectos a tener en cuenta durante la misma...todo lo que te pueda interesar. Pero hoy vamos a contarte, en diez píldoras, por qué consideramos que la misma es absolutamente necesaria...
- Porque vas a notar beneficios en el terreno físico. A veces tenemos algunas pequeñas molestias cuando andamos en bici, o acusamos un cierto desgaste cuando hemos entrenado demasiado durante demasiados meses. No nos engañemos, la bicicletas es un ejercicio muy, muy duro, que nos exige un esfuerzo continuado, no solamente encima de ella, sino en aspectos que podemos denominar como adyacentes (madrugones, salidas a deshoras, robar horas al sueño para salir con la bici). Todos ellos van desgastando poco a poco nuestra preparación física, provocándonos pequeños estratos de estrés que no podemos pasar por alto y cuya mejor cura (y prevención de cara al futuro) es parar de forma periódica y desvincularnos de nuestro deporte preferido. Veremos cómo nuestro cuerpo nos lo acaba agradeciendo...
- Ojo, quizás la mayor ventaja que vas a hallar con tu descanso sea en el plano psíquico. Y es que todos sabemos que a veces salir con nuestra bicicleta es complicado, y tenemos que hacer grandes esfuerzos no solo en lo físico sino, y quizá sobre todo, en lo psíquico. Madrugones, el restarle tiempo a la familia o a otros hobbys, la presión de tener que estar a un nivel adecuado en tal marcha o cual salida con el club...son aspectos que nos van minando poco a poco, en muchas ocasiones de forma casi inapreciable, pero que disminuyen no solo nuestro rendimiento, sino nuestra propia resistencia mental. En otras palabras, que pueden llegar a provocarnos una ruptura que no queremos para nada... Por eso recargar pilas es tan necesario entre una temporada y otra y notarás una gran mejoría cuando vuelvas a retomar la bicicleta...
- Para curar lesiones. Cuando pienses en lesiones no lo hagas en grandes roturas o en tendinitis crónicas de esas que no te dejan pedalear. Hazlo, más bien, en relación a esas pequeñas molestias que todos tenemos...a ese mínimo dolor en la rodilla derecha que te dificulta ponerte en cuclillas, a ese cansancio crónico en la base de la espalda...todos estos elementos se van a ver muy mejorados después de la parada invernal y podrás retomar la bicicleta tras esos días como nuevo.
En el siguiente artículo te vamos comentando más aspectos que consideramos de importancia para justificar nuestra apuesta por hacer una parada en invierno...con todo, ya sabes, la última palabra siempre la tienes tú...