Concluimos aquí nuestra serie de artículos sobre el descanso invernal ...o más bien sobre las razones por las que, a nuestro juicio, el mismo es casi tan importante como el entrenamiento. De nuevo te recordamos que estas son nuestras opiniones, y que aunque las consideremos fundadas y de interés en modo alguno te tienes que dejar guiar por ellas más que por tus propias ganas. En otras palabras, que si quieres salir con tu bicicleta a disfrutar del frío y la carretera durante todos los días del año...tienes que hacerlo. Porque aquí estamos para eso, precisamente...para disfrutar.
- Pon a punto tu bici. Aprovecha estos días para dejar tu bicicleta perfecta de cara a la nueva temporada. Límpiala a fondo, engrásala, examina las zapatas y los arcos de los frenos, la cadena, los piñones...y cambia todo lo que necesites cambiar. Esto puede parecerte una tontería, pero cualquier que lo haya sufrido puede hablarte sobre el enorme desgaste psicológico que supone el hacer frente a estas variaciones en plena temporada. Déjalo todo bien preparado y...sin problemas...
- Aprovecha para introducir elementos nuevos en tu postura o forma de pedalear. Este descanso te servirá de punto de ruptura con lo anterior, por lo que es el instante idóneo para plantearte algunas innovaciones en tu forma de afrontar este deporte. ¿Quieres arrastrar más desarrollo o buscas hacer un molinillo como el que era tan corriente hace una década? Quizá no estás contento con tu postura sobre la bicicleta y deseas modificarla un poco, adelantando el sillín, subiéndolo, etc...este es el momento adecuado. Al tomarnos unos días de descanso nuestros músculos se relajarán y no tendremos tanto impacto cuando apliquemos los cambios sobre la bicicleta en el futuro.
- Realiza otros pequeños ajustes. ¿Quieres cambiar de zapatillas y tienes miedo que esta pequeña variación te acabe costando horas y horas de pequeñas molestias, quizá imaginarias, en la planta de tus pies? Pues hazlo durante tu descanso. Esa relajación de los músculos a la que hacíamos referencia antes es tu mejor aliada cuando se habla de estos pequeños cambios. Guantes, prendas de todo tipo, zapatillas, incluso otros aspectos que puedan no parecerte de importancia en un primer momento pueden ser ideales para realizar durante este descanso. Además...piensa más allá...si quieres hacerte un tatuaje, depilarte alguna parte de tu cuerpo o algún tratamiento similar...¿cuándo mejor que estos momentos en los que has decidido no entrenar?
- Este es el factor más importante, seguramente: durante el descanso estarás cogiendo todas las ganas del mundo para volver a coger tu bici. Estos días sin montar en ella te van a dejar con unas ganas enormes de volver a lanzarte a la carretera, con lo que el reencuentro será muy potente en lo psicológico y moral y explosivo en lo físico. Hacer algo con ganas es, sin duda alguna, la garantía de éxito absoluta.
Este es nuestro decálogo, pero a partir de aquí volvemos a repetirte lo que tantas veces hemos hecho...tú decides. Lo nuestro son solamente consejos.
Así que...buena ruta.