Es la primera vez que me encuentro con Alex Michaelides. En esta ocasión nos adentra en un thriller que me ha mantenido totalmente absorto. Así que, os paso a contar lo que me ha parecido.
SINOPSIS: A sus treinta y seis años, Mariana intenta recuperarse de la pérdida de Sebastian, el gran amor de su vida, ahogado durante unas vacaciones en una isla griega. Ella trabaja en Londres como terapeuta, pero cuando su sobrina Zoe, la única familia que le queda, la llama desde Cambridge para contarle que Tara, su mejor amiga, ha sido brutalmente asesinada cerca de la residencia de estudiantes, decide acudir en su ayuda.Allí conoce a Fosca, un carismático profesor de Filología Clásica. El profesor mantiene un grupo de estudio con un número muy selecto de discípulas, todas hermosas y de familias elitistas, del que Tara formaba parte: las Doncellas. En el dormitorio de la joven, Mariana encuentra una postal con unos versos en griego clásico que exigen un sacrificio. Pronto los cadáveres de otras Doncellas irán apareciendo en el campus con los ojos arrancados y con una piña en la mano, y Mariana no solo deberá enfrentarse a la resolución de estos crímenes, sino a los fantasmas de su propio pasado.En el libro “Las doncellas” os traslada al Reino Unido, concretamente a Cambridge, para ser testigos de un thriller a medio camino entre lo criminal y lo psicológico.Mariana Andros es una brillante psicoterapeuta especializada en grupos que decide abandonar Londres cuando Zoe, su sobrina y única pariente, la llama para pedirle ayuda. Su mejor amiga de la universidad ha desaparecido y podría tratarse de la víctimano identificada de un brutal asesinato cometido cerca de la residencia de estudiantes. Un thriller psicológico, ambientado en Reino Unido, en el cual la muerte de uno de los protagonistas parece precipitar una serie de asesinatos en masa, cuya única suposición es la obsesión y la única verdad es la incertidumbre. Una novela ágil y trepidante donde sobresale la narración del autor pero no tanto su hilo argumental. Desde un primer momento Mariana decide investigar el crimen por su cuenta, y sus sospechas recaen sobre uno de los profesores del campus, un personaje carismático, tan atractivo como peligroso. Está dispuesta a demostrar su culpabilidad, aunque ponga en riesgo su propia vida.Con esta prometedora premisa da comienzo una historia en la que todo el mundo es potencialmente sospechoso, cuya acción tarda mucho en arrancar y tiene la cultura clásica griega como telón de fondo.“Las Doncellas” es un viaje a los infiernos de la mano de los ritos eleusinos de Deméter y Perséfone, la vida y la muerte. La protagonista, tendrá que descifrar un enigma cuya solución se esconde tanto en su propio pasado como en los versos de las antiguas tragedias griegas.Entre crímenes, secretos, hermandades e investigación se va desarrollando este libro que cumple con la función de entretener, de mantenerte pegado a sus páginas. La trama tiene un ritmo de lentitud ascendente, que se acentúa conforme se acerca el final.La historia presume de ser retorcida e inquietante. Consigue crear tensión y te hace ponerte en la piel de los personajes.Alex Michaelides vuelve a sucumbir con “Las doncellas”, una novela que sigue los cauces de su escritura en cuanto a prosa se refiere, pero siguiendo la estela de estructuración y eficacia en cada capítulo. En esta novela prima más la parte de narrativa que la psicológica, haciéndoos partícipe de la vida íntima de Mariana a medida que van ocurriendo las desapariciones y asesinatos.La narración del autor es magnífica y ha sabido crear un ambiente lleno de intriga e inquietud que os acompaña a lo largo de todo el libro, con una trama de lo más enredada garantizando la agilidad y fluidez que se le pide a este tipo de novela. Por lo cual, cuando lleguen esos giros inesperados os sorprenderán totalmente.Me ha gustado especialmente la manera en la que el autor ha hilvanado con acierto los distintos pasajes que van sucediéndose en la novela. La aportación en la trama de reminiscencias de distintas tragedias clásicas y los misterios eleusinos, vuelcan en sus páginas un caldo de cultivo en el que se entremezcla un interesante debate por los ritos ancestrales y la muerte, el destino trágico de la vida o el más estricto estudio sobre la psicología humana. La sorpresa está en su manera de mostrar la historia, con un punto de noir. Un libro que es ligero pero emocional y que vuelve a mostraros ese punto de locura transitoria salvo ese final desconcertante.La ejecución de la novela es un misterioso paseo por algunos de los sitios que recogen la esencia de Cambridge.En cuanto a los personajes, no están demasiados desarrollados ni tampoco la novela lo exige. En cuanto a la ambientación, el autor se limita a describir con tenues pinceladas los lugares en los que se encuentran los personajes y poco más.Es de esas novelas en las que los diferentes personajes te van pareciendo sospechosos según el momento de la trama. De los que no sabes por dónde te van a salir, y una vez descubierto lo ves claro, por tanto, se agradece no plantearse cosas inverosímiles porque sí.El autor en esta obra ha tocado mucho el tema de las relaciones interpersonales de los protagonistas, y lo podréis ver poco a poco a lo largo de las páginas, cuando vayáis descubriendo cosas y cómo les han ido afectando. La novela se adentra en el universo de la psicología, en el que Alex Michaelides propone un grupo de personajes con variadas personalidades y oscuro pasado, aportan un alto contenido en suspense y tensión argumental. Conforme avanza la novela, iréis descubriendo, a cuentagotas pero con buen ritmo, el pasado de la protagonista y los pesares con los que carga su existencia y en su profesión.“Las doncellas” es un thriller correcto, entretenido, que se lee fácilmente y que te mantiene dentro de la historia a pesar de no tener un ritmo frenético pero tiene un toque muy original. Que no son más que mis impresiones personales, os animo a darle una oportunidad para forjaros una opinión propia. Digamos que es un libro que funciona y no requiere más que seguir leyendo para dejarse sorprender por el final.