Revista Coaching

LAS DOS CARAS DEL COVID-19 (y II)

Por Mbbp
ene
13
2021 actualidad // Coaching // Personal // profesional // sociedad

LAS DOS CARAS DEL COVID-19 (y II)

Author Escrito por Miguel Benavent de B.   Comments Sin comentarios

12-12-2012 (Grafitti, St. Vicens del Horts, Ene 2011)

NOTA: Esta es la continuación del post anterior LAS DOS CARAS DEL COVID-19 (I), mejor lo leas antes para entrar mejor en contexto.

LA CARA B

El Covid-19 afortunadamente también tiene una cara B! Y es que a muchos nos ha permitido darnos cuenta de que, la hasta ahora considerada “normalidad” en nuestra propia vida o en el mundo, no lo era tanto, más bien era “una anormalidad”. Han quedado en evidencia fisuras en nuestra vida personal y cotidiana y fisuras del sistema, carencias importantes en nuestros derechos esenciales como ciudadanos u obviedades y vulnerabilidades de la sociedad, que todo el mundo sabía, pero nadie o muy pocos se atrevían a cuestionar y/o denunciar.

Algunas preguntas, aún sin respuesta

¿Es viable un modelo de vida basado en el ser humano y sus aspiraciones? ¿Es viable la racionalización del consumo, abandonando la super producción de bienes que el mercado no puede absorber? ¿Es posible una economía suficiente, sin el deterioro de los recursos naturales? ¿Es posible lograr la igualdad y redistribución de los recursos, bienes y la riqueza? ¿Se puede erradicar la pobreza y la discriminación, del tipo que sea? ¿Es la innovación con sentido la posible solución a todos nuestros problemas? ¿Puede la cultura y su diversidad ser un valioso patrimonio de todos? ¿Pueden y quieren realmente las empresas y las instituciones velar por el bien común?¿Estamos entrando en la era del post-humanismo, o por el contrario, estamos entrando (por fin) en la Era del Humanismo? ¿Puede favorecer la Tecnología el desarrollo de la sociedad, eliminando las brechas y carencias que existen hoy entre países, comunidades o sectores desfavorecidos? ¿Se pueden preservar los valores humanos? ¿Es otro mundo posible? ¿Puede una nueva educación promover los valores humanos, ser universal y educar para la necesaria colaboración? ¿Es posible cambiar el modelo de trabajo para garantizar que sea un derecho para todos? ¿Puede existir un mundo sin discriminación? ¿Puede ser el ser humano el centro del Sistema?

El mejor re-inicio

Como ves hay muchas preguntas sin respuesta, aún. Pero la buena noticia es que esta crisis del Covid-19 y el consecuente confinamiento nos ha permitido cuestionarnos muchas cosas, tanto a nivel personal como colectivo! Hemos observado con perplejidad mucho caos en lo que creíamos controlado, firme y seguro. Nos ha permitido poner en duda lo que nos rodeaba y darnos cuenta de las carencias, debilidades y vulnerabilidades del Sistema y de sus actuales gestores, en todo el mundo. Ha desquiciado nuestro propio concepto de vida, en todos los ámbitos. Nos ha enseñado que tal vez desde siempre habíamos estado confinados en un mundo que no era el nuestro! Y ese es precisamente, el mejor punto de partida!

El primer gran paso: cambiar uno mismo

En primer lugar deberemos recordar que cualquier cambio real empieza por uno mismo, la persona. Si no, el cambio es algo solo profiláctico, estético y/o efímero, además de poco efectivo. El cambio empieza en la conciencia personal, simplemente porque apela a los valores que el mundo hoy necesita recuperar, entre otros y, principalmente, los femeninos (que no exclusivos de la mujer), es decir la empatía, la sensibilidad y las emociones, entre otros. Esos valores humanos que dejamos atrás en nuestros presunto desarrollo y evolución hacia una sociedad basada en la competitividad, en la dualidad excluyente, en la vanidad y en el poder, o sea en el Ego. Y eso nos ha traído la discriminación, la exclusión, el sometimiento al poder del tipo que sea, la injusticia, por citar algunos aspectos. Aunque es verdad que todo eso fuera convenientemente maquillado, según la época histórica, solo hay que observar cómo en los últimos años nos invade la presunta “nueva ética-estética”: la supuesta responsabilidad de las empresas, la llamada inteligencia emocional, las metodologías y terapias supuestamente espirituales, el coaching y otras técnicas de “empoderamiento personal”, la autoayuda, las “empresas con alma”, el “buenismo” del tercer sector, etc. Y es que hemos creado un Sistema que, no solo es capaz de denigrarse, corromperse y aún así permanecer, sino de crear su propio y falso antídoto ante sus males y vulnerabilidades. El propio Sistema ha incluso re-inventado palabras como “humanización”, “empoderamiento”, “sostenibilidad”, “conciliación familiar”, “equiparación”, “solidaridad”, “consenso”, “cooperación”, “democracia”, “espiritualidad”, “paridad”, etc. que cuanto más las usa según quien, más vacías quedan!

El segundo gran paso: dejar de solo hablar y empezara cambiar las cosas

Cualquier dialéctica es inútil. El movimiento se demuestra andando. Y ahora nos toca caminar hacia otro modelo. Y, aunque no sepamos bien hacia cuál, solo tenemos algo claro: no podemos caer en lo anterior, porque hasta aquí nos ha traído. “No esperes resultados diferentes, haciendo lo mismo”, dijo Einstein. El Covid-19 nos ha regalado la oportunidad de dejar en evidencia gran parte de las carencias y debilidades del Sistema. Deberíamos empezar por, entre todos, ser capaces de memorizar (y luego mejor escribir) todas esas cosas que vale la pena cambiar, por el bien de ti mismo, de toda la Humanidad y del Planeta. Y debemos ser el máximo número posible de personas, aunque deberemos admitir la ley de Pareto o del 80/20, por la cual siempre habrá un 20% que trabaje, mientras un 80% solo hable. Porque, además, no nos lo pondrán fácil, hay muchas inercias e intereses creados (propios y ajenos) que lucharán para que volvamos a “la normalidad”, su normalidad. Incluso le llaman “nueva normalidad” para despistarnos y hacer ver que ellos también están interesados en cambiar las cosas! Recuerda siempre que solo está dispuesto a cambiar el que no pierde nada haciéndolo, el que solo puede ganar a través del cambio! Cuando protejas tus intereses, olvidas algo más importante que es el Bien Común, hoy más que nunca necesario.

“Think global, act local”

Porque si algo nos ha enseñado esta crisis del Covid-19 es que, a problemas globales, necesitamos soluciones también globales! Y eso solo es posible colaborando y dejando de competir entre nosotros. Esa es precisamente el arma que han utilizado para crear nuestro mundo actual: divide y vencerás. Mientras haya dualidad y conflicto, habrá exclusión, discriminación, injusticia y clases, del tipo que sean. Eso nos mantiene separados, luego indefensos. Y ahora necesitamos unión, porque el enemigo a batir es muy peligroso: la resistencia al cambio, de cada uno de nosotros, de la sociedad y del Sistema.

La unión hace la fuerza

La segunda lección de esta crisis es que hay más cosas esenciales que nos unen, que las que nos separan. Más que nada porque el virus en sí y sus efectos no entienden de razas, sexo, condición social o cultural, etc. Lo demás, la crisis sanitaria y la económica y social y sus efectos lamentablemente sí entienden de todo eso. Seguramente porque fueron creadas desde, por y para eso: la dualidad y la polarización del individuo y de la sociedad. Hoy más que nunca debemos buscar lo que nos une a los seres humanos y olvidar lo que nos diferencia y nos separa. Mujeres y hombres, ricos y pobres, del primer mundo y del tercero, cristianos e islamistas, del norte y del sur, etc. debemos velar por nuestra salud, nuestros valores humanos y nuestra dignidad, común a todos! Y sé que será difícil, porque se nos ha educado para defender esos “otros valores” que el Sistema propugna, desde la más tierna infancia y ya casi forman parte de nuestro ADN social y cultural: la democracia, el progresismo, la nación, la sostenibilidad, la equiparación, la armonía social, etc. Valores que hoy más que nunca vemos que, sin ser falsos, carecían de fundamento, de realidad concreta y, lamentablemente, estaban vacíos, eran puras palabras, carecían de verdadero sentido!

Nuestro nuevo objetivo común

Y para ello deberemos en primer lugar vencer esos dragones que cada uno tenemos dentro, como lo son el miedo al abandono, al rechazo o a ser nosotros mismos, tal y como somos. Para eso deberemos salir de “la pecera” que cada uno de nosotros ha creado para protegerse de un mundo que nos amenaza si desobedecemos y nos impone sus propias reglas de un juego, que no es el nuestro! ¿Miedo a perder? ¿perder qué? Lo único que puede pasar en el mejor de los casos es que iniciemos un camino que dé verdadero sentido a nuestra vida y de paso traiga la necesaria armonía al mundo y al entorno natural que nos acoge! Cuando uno encuentra la serenidad, la proyecta hacia afuera. Esa es la premisa de cualquier cambio. Luego, sumar esas “serenidades” nos permite compartir nuestra energía, tiempo y esfuerzo todos a una, para cambiar las cosas!

¿Empezamos ya, con la llegada de este nuevo año 2021? Obviamente se admiten comentarios, opiniones y sugerencias…

PD: Continuación del texto “Las dos caras del Covid-19 (I) http://contigomismo.com/2020/las-dos-caras-del-covid-19-i/


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