Revista Cultura y Ocio

«Las dos muertes de Inés Luna», de Miguel Ángel del Arco

Por Guillermo Guillermo Lorén González @GuillermoLorn

«Conocí a Miguel Ángel del Arco hace pocas semanas, cuando estaba cayendo la tarde en uno en los pueblos más bellos de Madrid. El entusiasmo que transmite por la literatura, su carácter afable y simpático y su conversación amena e interesante, hizo que la conversación discurriera tranquila y placentera y el tiempo pasara volando. Acababa de publicar su última novela, LAS DOS MUERTES DE INÉS LUNA, en la editorial RASPABOOK, y estaba satisfecho con el resultado final. Ahora sólo falta la opinión de los lectores, que tiene muchos y fieles.»

«Las dos muertes de Inés Luna», de Miguel Ángel del ArcoReseña escrita por Maudy Ventosa.

«Las dos muertes de Inés Luna», de Miguel Ángel del ArcoLa sinopsis de la obra, en pocas líneas, sería esta: Inés Luna fue una terrateniente, aristócrata y poco convencional mujer con una vida de novela. Nació en Francia (1885), murió en Barcelona (1953) vivió en Madrid, Salamanca, Niza y Biarritz, además de viajar por el mundo. Rica y única heredera, acumuló tierras y fincas y casas en Madrid, Salamanca, Valladolid, y Barcelona. Su biografía abarca una infancia regalada de institutrices e idiomas; el fin de siglo y las fiestas de sociedad madrileñas; una cierta Belle Epoque de los años 20; quizá una suerte de flapper; viajera por el mundo y amoríos con nombres como los del aristócrata Gonzalo de Aguilera o Miguel Primo de Rivera; la Republica como terrateniente; la guerra civil y una rara relación con el franquismo.

El autor salmantino, escuchó desde pequeño las historias y leyendas que circulaban  sobre esta mujer tan singular, tan moderna, tan rara, tan extravagante, lo que encendía su imaginación y las ganas de saber más. Hablaban de amantes, riquezas, viajes por el mundo… Algunos exageraban diciendo que cabalgaba desnuda por las dehesas salmantinas, que vivía en un palacete con todos los lujos inimaginables, que era novia del dictador Primo de Rivera, que había tenido una hija en secreto, que fue espía…Y la mente del escritor-periodista sabía que ahí había una novela y empezó preguntando para acabar investigando.

Inés Luna fue una mujer singularidad y poco convencional para su época, hacía cosas poco habituales  que no hacían las mujeres, ni de su tiempo, ni de su condición y su biografía corre paralela, desde un escaparate privilegiado, con los momentos más importantes de la historia de este país. Era una niña rica que vivió el Madrid de fin de siglo, frecuentaba fiestas y daba paseos por la Casa de Campo y el hipódromo, y pasaba los veranos en Biarritz. A primera vista, era un excelente partido, pero no se casó. Mantuvo su independencia, lo que hizo crecer el misterio y la leyenda que siempre la rodeó. Los alegres años veinte los vivió entre los primeros turistas de lujo en Niza y Montecarlo, se relacionó con la política en unos años convulsos y, tanto la República como el franquismo, le expropiaron una de sus fincas. ¿Tal ver era una espía?

No lo ha tenido nada fácil el autor para recabar datos sobre el personajes; para consultar los archivos ha tenido que luchar contra la desconfianza, el oscurantismo, la incomprensión, la falta de empatía o la desgana, más otras dificultades añadidas, como indagar sobre el largo contencioso que se entabló tras morir sin herederos directos, para dirimir quién se hacía con sus bienes. Se adjudicaron al Estado. Tras ello, y la creación de una Fundación para administrarlos, se produjo primero cierto expolio y después un incomprensible abandono tanto del palacete que tenía como residencia en la dehesa salmantina y de su biblioteca y archivos con correspondencia y documentos personales y familiares, que se perdieron o desperdigaron.

Con esta larga investigación, Arco ha ido a la búsqueda del personaje, utilizando las armas de la literatura para narrar, y de la investigación, del periodismo, para conocer y descubrir. Califica su obra de no ficción, porque contiene a la vez, historia y biografía, relato y crónica y, también, autoficción. Y ha encontrado al personajes, con sus contradicciones, con sus momentos de niña consentida, sus arbitrariedades, mezclados con su estilo avanzado, sus atrevimientos, su actitud retadora, no sé si podría decir que la admiro, sí que me parece un personaje muy atractivo, muy literario. A su manera fue rebelde, no se conformó, apuró los placeres de la vida. No luchó por la igualdad ni por los derechos de las mujeres, pero se empeñó en ser independiente y rechazó siempre que le dijeran lo que tenía que hacer.

Ahora, Miguel Ángel del Arco intenta compartir con los lectores, la pasión que le ha acompañado tanto en la investigación como en la escritura, los momentos mágicos que ha vivido charlando con algunas personas que la conocieron. Nos cuenta que tiene la maleta de Consuelo, su ama de llaves, la persona que mejor la conoció, quizá la única que realmente la entendió. En ella guarda cartas y secretos:encontró un montón de respuestas y más preguntas.

Es el momento de disfrutar del trabajo de este salmantino que nos traslada a una época reciente y a la vida de una mujer singular, como mínimo: Inés Luna. 

El autor:«Las dos muertes de Inés Luna», de Miguel Ángel del Arco
Miguel Ángel del Arco es periodista y profesor de periodismo en la Universidad Carlos III de Madrid. Ha sido reportero y redactor jefe en Tiempo y La Clave. Es autor de la novela El crimen de Julián el Guiñote, de los blogs Visióndeconjunto, Un cuento real y Crónicaynegra. Coautor del libro de cuentos Muelles de Madrid, se doctoró con la tesis Periodismo y bohemia. Ha publicado diversos ensayos, novelas y participado en diferentes antologías de relatos. Su última novela es Las dos muertes de Inés Luna.

El libro:
Las dos muertes de Inés Luna ha sido publicado por la Editorial RASPABOOK. Encuadernado en rústica, tiene 658 páginas.

Para saber más:
https://www.facebook.com/madelarco


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