¡¡¡Ya estamos a Diciembre!!!
Un mes lleno de emociones: Ilusión (sobretodo los más pequeños de casa), nervios, estrés por poder encontrar todo aquello que hay escrito en esas mágicas cartas, agobio cuando ves que van pasando los días y no tienes todo listo, entusiasmo por poder ver esas caritas de los chiquitines en los días de los regalos...
Emociones que tenemos todos a flor de piel en muchas ocasiones y que muchos de nosotros siendo adultos no sabemos como expresarlas.
¿Os ha pasado alguna vez que te sientes decaíd@ y no sabes exactamente que es lo que te pasa? y te preguntan ¿que te pasa? Y no sabes responder...
Pues eso exactamente le ha pasado a mi hijo esta semana. Pau tiene casi 9 años, y lo noté apagado, sin ganas de comer, sin poder coger bien el sueño. Le pregunté que le pasaba, y su respuesta fue no lo sé.
Él tiene plena confianza en mí, pero me decía que no sabía explicar que era lo que le pasaba, que se sentía como sin energía, así que empece a ponerme en modo interrogatorio intentando averiguar el núcleo de ese estado, ¿ha pasado algo en la escuela? ¿te has enfadado con alguien? ¿te ha hecho sentir mal algo? ¿algo en fútbol?... todas las respuestas fueron negativas. Hice sin exageraros más de 30 preguntas intentando descubrir aquello que ocupaba ese sentimiento y no conseguí respuesta.
Al día siguiente por la tarde, fuimos a dar un paseo y a comprarle un libro a Xavi (el pequeño de los niños) porque ha aprendido a leer y le prometí que le compraría uno que él escogiera y otro a Pau.
Y el mayor me dijo: Mama ayúdame a buscar un libro para aprender a expresar mis sentimientos. Yo me quedé en ese momento sorprendida y a la vez preocupada al ver la importancia de querer sacar ese sentimiento que tenía y no sabía como expresarlo.
Me puse manos a la obra y después de dar varias vueltas por la tienda, encontré un libro del cual estaré muy agradecida porque mi hijo se siente mucho mejor al poder definir ese sentimiento con una palabra.
El libro se llama EMOCIONARIO Di lo que sientes.
Un libro donde encontraréis la definición de 42 emociones donde no etiquetan ninguna como buena o mala, por eso las personas que leen el libro, al no sentirse juzgadas, las reconocen y expresan con más naturalidad cuando las experimentan.
Sin duda creo que es un libro que debería estar en todas las casas y colegios para que los más pequeños sepan expresarse y poder enriquecer su educación emocional. Si saben cual es el problema antes podrán pedir ayuda o encontrar ellos mismos la solución.
Escuchad a los niños, intentad llegar a ellos, muchas veces nos intentan explicar situaciones que ellos les hace sentir mal o les da miedo y una vez lo expresan esas situaciones desaparecen.
Los sentimientos es de las cosas más bonitas de los seres humanos y si los compartimos con las personas que queremos es algo mágico