Revista Sociedad

Las empleadas domésticas argentinas y el nuevo Proyecto de Ley

Publicado el 07 julio 2011 por Hogaradas @hogaradas

Por un lado están las ventajas: libertad, flexibilidad laboral, tener un trabajo sin contar con demasiada capacitación ni formación y disponer de tiempo para criar a sus hijos. Entre las desventajas se encuentran la discriminación, los salarios bajos, las explotación y la falta de licencias por maternidad, enfermedad o vacaciones pagas. żEn blanco o en negro?
Contradictoria, parecería ser la situación de miles de mujeres argentinas que buscan en el trabajo doméstico una salida laboral efectiva. En 2010, según un informe elaborado por el Centro de Estudios Mujeres y Trabajo de la Argentina (CEMyT) sobre la base de la Encuesta Permanente de Hogares del Indec, el 85% de las empleadas domésticas del país no se encuentra registrado (cuando el promedio de informalidad laboral en las mujeres es del 41 por ciento).
Ante esta realidad, en 2010 el Poder Ejecutivo de la Nación presentó un proyecto de ley para establece un régimen especial de contrato de trabajo para el personal de casas particulares, que cuenta con media sanción de la Cámara de Diputados y actualmente aguarda su aprobación en el Senado de la Nación.
La mayoría de las mujeres que ejercen este trabajo suelen ser personas de bajos recursos, con poca formación, provenientes del interior o de países limítrofes. Gabriela Agosto, directora de la asociación civil Observatorio Social, dice: "Ante las reiteradas crisis que sufrió el país, muchas personas de clase media comenzaron a trabajar ofreciendo este servicio como una salida laboral rápida que les permitió obtener efectivo".
Según Díaz habría una calificación casi natural de las mujeres para realizar estos trabajos. "No es casual entonces que lo realicen aquellas con menor escolarización y con pocas posibilidades de inserción en otro tipo de profesiones", asevera.
Tal es el caso de Cristina, que vive en el municipio de Tigre, provincia de Buenos Aires, y trabaja desde hace dos ańos como empleada doméstica en oficinas y casas de familia. "Tengo 45 ańos y se me hace difícil conseguir otro trabajo porque no tengo el secundario completo. Si bien estoy conforme me gustaría trabajar más", comenta Cristina, mientras cuenta que sus empleadores no le propusieron registrarse en blanco y que la única ayuda que recibe del Estado es la Asignación Universal por Hijo (AUH) para su nena que está en sexto grado.
Para Carolina el trabajo de empleada doméstica le garantiza poder estar más tiempo con sus dos hijos. Hace un ańo y medio que vino de la provincia de Santa Fe a Buenos Aires, en busca de nuevas oportunidades. "Allá trabajaba limpiando casas o cuidando gente mayor, siempre en negro, y cuando vine acá tampoco encontré otro trabajo, así que sigo con esto", dice Carolina en su actual hogar, la Asociación Civil Nińos de Jesús, donde vive con sus hijos, que perciben la AUH, único ingreso fijo de la familia.
Por su parte, María también llegó desde el interior, provincia de Chaco, cuando tenía 16 ańos y consiguió trabajar cama adentro en una casa de familia. Gracias a eso pudo construir su casa en la villa 21-24 de Barracas donde actualmente vive con sus tres hijos. "Trabajo en seis casas más o menos por hora, pero no quiero que me pongan en blanco porque pierdo el plan social -cuenta María-. Este ańo mi hija termina la secundaria y me va a ayudar a cuidar a sus hermanos más chicos así yo hago el secundario. No me quiero morir limpiando casas."
La experiencia de Silvina como empleada cama adentro no fue buena. "Pacté que me iban a pagar 800 pesos mensuales y que podía vivir allí con mi nena de 3 ańos, que es discapacitada. Tuve problemas con la nena, no me pagaron lo arreglado y me tuve que volver al hogar -sostiene Silvina, compańera de Carolina en la asociación civil-. No me alcanza para pagar una guardería y tampoco puedo trabajar en blanco porque pierdo el subsidio de mi hija."
żQué pasa con los empleadores? Desde el Observatorio Social destacan que la ley no contempla a los empleadores "que en su mayoría son trabajadores de clase media que requieren de esta prestación para poder continuar desarrollando su propia fuerza de trabajo. Aquellos con mayor poder adquisitivo suelen registrar a sus empleadas", explica Agosto y destaca: "La regulación debería contar con una cierta flexibilidad que considere también el perfil del empleador para poder realmente regularizar el trabajo en negro y así generar una masiva registración".
En esta misma línea Díaz afirma que toda ley que intente regular el trabajo en negro, a priori lo que busca es incluir y dar un piso de seguridad social al trabajador, "pero no debe ser tan estricta, ya que podría generar una dificultad a los empleadores en el momento de cumplir con esa reglamentación".
żQUE PREVE EL PROYECTO DE LEY?
Vacaciones pagas, licencia por maternidad, asignaciones familiares, aguinaldo e indemnización por despido.
Jornada laboral de 8 horas diarias o 48 horas semanales y un descanso semanal de 35 horas corridas a partir del sábado a las 13.
La hora extra se cobrará un 50% los días de semana y hasta el sábado a las 13. Después de esa hora y durante el domingo, será al 100% del valor de la hora común.
La cobertura por accidentes de trabajo estará a cargo de la ART. El empleador deberá otorgar la ropa y los elementos de trabajo, así como alimentación.
Prohíbe la contratación de menores de 16 ańos.


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