Revista Salud y Bienestar
Las empresas farmacéuticas españolas han visto muy restringida su liquidez según un informe de Lowendalmasai
Por Fat
La mayoría de las empresas farmacéuticas que operan en España han sufrido en 2011 uno de los peores ejercicios de los últimos años. Los recortes en los sistemas sanitarios de las comunidades autónomas, la prescripción de genéricos, las rebajas de precios por decreto y sobre todo, los retrasos interminables en los pagos por parte de las administraciones públicas, están haciendo mella en sus cuentas. Tal y como informa la CNMV los cinco laboratorios españoles que cotizan en bolsa han tenido serios perjuicios en sus balances, lo que junto a los impagos acaba por generar falta de liquidez en sus cuentas.
Ayudar en la gestión de este tipo de problemas es una de las especialidades de Lowendalmasaï. Esta consultora internacional está especializada en optimización de costes y ha trabajado con varias farmacéuticas de primer nivel, Pfizer, Novartis, Eli Lilly, Sanofi Aventis, Abbott, etc. Para Eduardo Ochoa, experto en Optimización del Cashflow,-- uno de los cuatro pilares fundamentales de servicios de esta compañía---,”las empresas están empezando a sufrir problemas de falta de liquidez y algunas derivan el problema a sus matrices en el extranjero, pero esto es algo que no todas pueden permitirse y hay que tratar de atajar el problema desde diversos flancos para, por lo menos, reducir la necesidad de ayuda exterior”.
-Tres fases
Tal y como explica Eduardo Ochoa, especialista en optimización del cashflow de esta consultora “las empresas farmacéuticas han pasado por diferentes fases para obtener financiación. Primero hubo una etapa con excesiva facilidad de crédito, lo que junto con el cash de la matriz en el caso de las multinacionales, hacía que no hubiera excesiva preocupación por la generación de caja con las Administraciones Públicas. Luego vino una etapa en la que empezaba a haber cierta restricción al crédito y se empezaron a buscar nuevas líneas para la obtención de financiación, por ejemplo el descuento de facturas. (En esta etapa sólo unas pocas empresas se decidían a demandar a la administración). Desde la patronal del sector, se está intentando titulizar la deuda, pero a día de hoy las conversaciones están con el gobierno están en punto puerto. Finalmente y dada la delicada situación, nos encontramos con una etapa actual en la que asistimos a una búsqueda desesperada de financiación para evitar el cierre de empresas”.
-Reclamación judicial a la Admón.
El especialista continua explicando: “algunas compañías farmacéuticas están a la búsqueda de empresas de factoring a las que “vender / ceder” sus facturas, pero dado el ingente volumen de deuda, hay entidades financieras que ya no ven “viable” esta opción. Una vez agotadas todas las vías anteriores, entran en escena los “distressed debt”, también conocidos como “fondos buitre“, que se dedican a la compra de carteras de deuda de empresas. Una vez llegados a este punto, y en ocasiones se hace sin especial miramiento a los porcentajes que exigen, que suelen estar por encima de un 30% de quita. Aunque para Eduardo Ochoa lo verdaderamente importante es que la mayoría de empresas del sector están procediendo a reclamar sus deudas con la Administración mediante la vía judicial, tanto del pago principal, como de los intereses de demora: “para este paso es imprescindible tener la deuda conformada y perfectamente documentada, y nos estamos encontrando con que muchas empresas quieren hacer una reclamación judicial y no tienen esa deuda ni documentada, ni conformada. Tenemos que tratar de aprovechar al máximo posible la ley de morosidad 15/2010 del 7 de Julio, y después de demandar, pedir medidas cautelares”.
-Herramienta software Sycare
Los expertos de Lowendalmasaï han desarrollado dos servicios para acelerar la conformación de deuda y la recogida de cash y cuentan con una herramienta de software de gestión (Sycare) “que utiliza una metodología y un reporting específico”, explican. Es lo que llaman Cash Marathon, y Cash securization: “lo primero consiste en gestionar la conformación y el cobro de un perímetro determinado de deuda y lo segundo en gestionar de manera recurrente las cuentas a cobrar, para uno o varios clientes”, añade el experto de Lowendalmasaï.
-Cuentas a cobrar
Eduardo Ochoa destaca que para la optimización de las cuentas a cobrar, no sólo hay que intentar cobrar lo que está vencido, sino que hay que facturar todo y asegurar las facturas no vencidas con el fin de detectar incidencias lo antes posible y para evitar demoras innecesarias en el cobro, y que el impacto sea mínimo. “Esto se consigue implementando varios procesos de gestión que pasan por empezar a gestionar las cuentas a cobrar desde el momento en que se recibe el pedido del cliente y no una vez que esté a punto de vencer la factura, así como contando con la implicación de toda la empresa, especialmente de la Dirección” comenta el manager de Optimización del Cash Flow de la compañía. Además Ochoa detalla algunas medidas útiles como “la creación de un comité de riesgos, la rápida gestión y resolución de las incidencias, documentar todas las operaciones, segmentación de los clientes, contar con un buen sistema de reporting y control…”
Ayudar en la gestión de este tipo de problemas es una de las especialidades de Lowendalmasaï. Esta consultora internacional está especializada en optimización de costes y ha trabajado con varias farmacéuticas de primer nivel, Pfizer, Novartis, Eli Lilly, Sanofi Aventis, Abbott, etc. Para Eduardo Ochoa, experto en Optimización del Cashflow,-- uno de los cuatro pilares fundamentales de servicios de esta compañía---,”las empresas están empezando a sufrir problemas de falta de liquidez y algunas derivan el problema a sus matrices en el extranjero, pero esto es algo que no todas pueden permitirse y hay que tratar de atajar el problema desde diversos flancos para, por lo menos, reducir la necesidad de ayuda exterior”.
-Tres fases
Tal y como explica Eduardo Ochoa, especialista en optimización del cashflow de esta consultora “las empresas farmacéuticas han pasado por diferentes fases para obtener financiación. Primero hubo una etapa con excesiva facilidad de crédito, lo que junto con el cash de la matriz en el caso de las multinacionales, hacía que no hubiera excesiva preocupación por la generación de caja con las Administraciones Públicas. Luego vino una etapa en la que empezaba a haber cierta restricción al crédito y se empezaron a buscar nuevas líneas para la obtención de financiación, por ejemplo el descuento de facturas. (En esta etapa sólo unas pocas empresas se decidían a demandar a la administración). Desde la patronal del sector, se está intentando titulizar la deuda, pero a día de hoy las conversaciones están con el gobierno están en punto puerto. Finalmente y dada la delicada situación, nos encontramos con una etapa actual en la que asistimos a una búsqueda desesperada de financiación para evitar el cierre de empresas”.
-Reclamación judicial a la Admón.
El especialista continua explicando: “algunas compañías farmacéuticas están a la búsqueda de empresas de factoring a las que “vender / ceder” sus facturas, pero dado el ingente volumen de deuda, hay entidades financieras que ya no ven “viable” esta opción. Una vez agotadas todas las vías anteriores, entran en escena los “distressed debt”, también conocidos como “fondos buitre“, que se dedican a la compra de carteras de deuda de empresas. Una vez llegados a este punto, y en ocasiones se hace sin especial miramiento a los porcentajes que exigen, que suelen estar por encima de un 30% de quita. Aunque para Eduardo Ochoa lo verdaderamente importante es que la mayoría de empresas del sector están procediendo a reclamar sus deudas con la Administración mediante la vía judicial, tanto del pago principal, como de los intereses de demora: “para este paso es imprescindible tener la deuda conformada y perfectamente documentada, y nos estamos encontrando con que muchas empresas quieren hacer una reclamación judicial y no tienen esa deuda ni documentada, ni conformada. Tenemos que tratar de aprovechar al máximo posible la ley de morosidad 15/2010 del 7 de Julio, y después de demandar, pedir medidas cautelares”.
-Herramienta software Sycare
Los expertos de Lowendalmasaï han desarrollado dos servicios para acelerar la conformación de deuda y la recogida de cash y cuentan con una herramienta de software de gestión (Sycare) “que utiliza una metodología y un reporting específico”, explican. Es lo que llaman Cash Marathon, y Cash securization: “lo primero consiste en gestionar la conformación y el cobro de un perímetro determinado de deuda y lo segundo en gestionar de manera recurrente las cuentas a cobrar, para uno o varios clientes”, añade el experto de Lowendalmasaï.
-Cuentas a cobrar
Eduardo Ochoa destaca que para la optimización de las cuentas a cobrar, no sólo hay que intentar cobrar lo que está vencido, sino que hay que facturar todo y asegurar las facturas no vencidas con el fin de detectar incidencias lo antes posible y para evitar demoras innecesarias en el cobro, y que el impacto sea mínimo. “Esto se consigue implementando varios procesos de gestión que pasan por empezar a gestionar las cuentas a cobrar desde el momento en que se recibe el pedido del cliente y no una vez que esté a punto de vencer la factura, así como contando con la implicación de toda la empresa, especialmente de la Dirección” comenta el manager de Optimización del Cash Flow de la compañía. Además Ochoa detalla algunas medidas útiles como “la creación de un comité de riesgos, la rápida gestión y resolución de las incidencias, documentar todas las operaciones, segmentación de los clientes, contar con un buen sistema de reporting y control…”
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