Las encuestas. (Adecdotario sobre la Municipalización de la Universidad en Sagua)

MSC. Reinaldo Castillo Carballo.
Una práctica frecuente en los primeros cursos de la Universalización fueron las encuestas a estudiantes, profesores e instituciones como vía para obtener información relacionada con la marcha del Proceso Docente Educativo, los niveles de aprobación de la calidad de la docencia, la investigación y la extensión universitaria.
Generalmente las encuestas se elaboraban a partir de una guía con estos y otros indicadores de eficiencia y constituyeron sin dudas instrumentos para captar estados de opinión, así como la evaluación de impacto y pertinencia de las tareas programadas.
Tanto en las encuestas elaboradas por la sede central como las confeccionadas en la filial, se facilitaba que el encuestado tuviera la posibilidad de redactar libremente, de manera anónima, sus opiniones, sugerencias, discrepancias o consideraciones personales sobre diversos temas.
Precisamente, en las encuestas aplicadas a los estudiantes de Humanidades en ocasiones se emitieron curiosos comentarios tan osados como agudos.
Algunos ejemplos:
 “Si en la Filial se repartiera merienda gratis las neuronas funcionarían mejor. Eso está científicamente comprobado”
“¿Por qué no se permite que las mujeres que se lo merecen vengan como antes con shorts cortos y baja y chupa? ¡Abusadores!”
“El famoso reglamento es una dictadura que ha convertido esto en un convento. A este paso pronto tendremos que usar corbatas”
“No he conocido nada más aburrido que las video clases, para dormir son más efectivas que los sedantes. ¡Abajo los videos!”
“Los matutinos dan grima. Son como el apéndices; inútil y doloroso.
“El profesor de Matemática es más pesado que una bomba de raíles”
“No entiendo a la profesora de PFSC, pero ¡Qué buena está!