Disfrutar de una gastronomía saludable, rica y variada es posible gracias a las infinitas posibilidades que ofrece la dieta mediterránea. Cereales, frutas, legumbres, verduras y hortalizas, junto a pescados y aceite de oliva, son los principales grupos de alimentos que constituyen la considerada por muchos como la dieta más equilibrada del planeta.
Pero los beneficios de esta dieta van más allá de los puramente alimentarios, ya que una de sus grandes cualidades es que ayuda a prevenir diferentes enfermedades debido a su riqueza en antioxidantes, al nivel alto en ácidos grasos monoinsaturados y a su contenido bajo en ácidos grasos saturados.
A continuación os explicamos cuáles son estas enfermedades:
- Cardiovasculares: el consumo de aceite de oliva, pescado, frutas y grasas con omega 3, todos ellos incluidos en la dieta mediterránea, resulta beneficioso para prevenir el infarto de miocardio. Es especialmente significativo el caso del omega 3, grasa que también previene de las arritmias y reduce el porcentaje en el que se generan coágulos de sangre.
- Cáncer de mama: el estudio EpiGEICAM, cuya investigación fue publicada en la British Journal of Cancer, concluyó que la dieta mediterránea protegía de este tumor, reduciendo en un 30% el riesgo de padecer cáncer de mama entre las mujeres.
En este sentido, se determinaron tres dietas para analizar los valores: occidental, con alto nivel de grasas, procesados, carnes y bebidas altamente calóricas; la mediterránea, que incluía mucho pescado, legumbres, frutas, verdura y aceite de oliva; y la prudente, que contaba con grasas, frutas, verduras, zumos y alimentos bajo en grasas.
La investigación concluyó que el patrón occidental "estaba asociado a un mayor riesgo de cáncer de mama, sobre todo en mujeres premenopáusicas", mientras que el patrón prudente reflejó que "evitar las grasas per se no es un factor determinante del riesgo".
- Diabetes tipo 2: el conjunto de alimentos variados y saludables que componen la dieta mediterránea hace que disminuyan, por norma habitual, la tensión arterial y los niveles de colesterol entre las personas que siguen esta dieta.
A esta conclusión se llegó en el estudio PREDIMED, cuyos participantes (entre 55 y 80 años) siguieron tres dietas diferentes. Una estaba suplementada con aceite de oliva virgen extra, otra con frutos secos y otra era baja en grasas. Los resultados depararon que es posible reducir hasta un 40% el riesgo de padecer diabetes en el caso de aquellos que consumieron la dieta mediterránea que incorporaba aceite de oliva virgen extra. Por otra parte, alimentos ricos en fibra como las frutas y verduras ayudan a que el nivel de glucosa en sangre sea el correcto.
- Demencia: la dieta mediterránea que incorpora frutos secos es imprescindible para prevenir las enfermedades que llevan a la pérdida de la memoria como son la demencia y el alzheimer.
La globalidad actual permite desarrollar hábitos hasta ahora desconocidos para muchos. La dieta mediterránea, típica de España y de gran parte de la cuenca mediterránea, se ha expandido a todos los rincones del planeta, por lo que no hay excusas para sumaros a esta dieta equilibrada. Vuestra salud os lo agradecerá en el futuro.
¿Y vosotros? ¿Seguís el estilo de la Dieta Mediterránea? ¿Incluis cereales y aceite de oliva virgen extra de primera prensada en frío? Estaré encantada de leer vuestros comentarios!
Besos desde mi blog!
También podéis seguirme a través de facebook