Cuando un niño no se siente bien, es probable que rechace tanto los líquidos como los alimentos sólidos e incluso podría rechazar o escupir la leche. El primer peligro que se puede presentar es la deshidratación. Por lo que se sugiere recurrir a los líquidos claros con el contenido de azúcares y sales que el niño necesita consumir en caso de vómito.
Cuando el vómito es muy persistente, el Dr. T. Berry Brazelton recomienda lo siguiente: “Ofrecer al niño Ginger ale o preparar un líquido hidratante: 1 cucharada de azúcar y 1/2 cucharadita de sal para 8 onzas de agua. Darle una cucharadita llena cada 5 o 10 minutos inicialmente. Si la retiene, intentar con una cucharada cada 5 minutos en la hora siguiente. Si vuelve a vomitar, se debe de volver a empezar y llamar al médico.”