Todo matrimonio se encontrará en algún momento en estas circunstancias y doy gracias a Dios que en nuestro matrimonio tenemos la libertad de conversar sobre el tema cada vez que es necesario. Para ustedes que honestamente piensan que tratar por sí solos el tema podría ser más perjudicial que saludable, creo que la mejor solución sería tener una plática con un consejero que les ayudará a poner sus respectivas demandas en el equilibrio adecuado.

