Los poros nunca desaparecerán, salvo que se convierta en un personaje de Mattel. Lo que sí se puede conseguir es reducir considerablemente su apariencia
El listado de preocupaciones cosméticas lo encabezan aspectos como las manchas solares o las arrugas y finas líneas, claro signo del paso de los años. Sin embargo, desde edades muy tempranas, hay otro gran quebradero de cabeza que, además, es trasversal a todas las generaciones. Hablan de los poros, esos «agujeros» faciales imprescindibles en la piel, pero que traen tanta desazón, sobre todo en la conocida como zona T: revelando una nariz con una estética poco pulida y hogar de los odiados puntos negros. Por triste que parezca, hay que decir que «los poros no se pueden eliminar, porque la piel los necesita así. Tampoco se abren ni se cierran, ya que no son componentes musculares que puedan hacer ese gesto», comenta Sonia Ferreiro, cosmetóloga y biotecnóloga de Byoode. Es decir, los poros son lo que son y se debe convivir con ellos, aunque «lo que sí podemos es reducir considerablemente su apariencia al favorecer una continua regeneración de la piel y promover que las capas más superficiales y con células muertas vayan desprendiéndose», apostilla Bella Hurtado, directora técnica de Boutijour.
Por qué los poros son enormes
Como ya adelantaba Raquel González, de Perricone MD, porque no se la da a piel todo el impulso de regeneración que se debería. La piel se autorregenera por la noche, mientras se duerme, pero no siempre consigue hacerlo ni del todo ni de la manera eficiente. «Algo que aumenta la sensación de los poros es tener la piel poco renovada. El cúmulo de piel con células muertas acrecienta la sensación de poro extragrande, debido a que hay mucho tejido y el más visible no está en las mejores condiciones», argumenta Elisabeth San Gregorio, directora técnica de Medik8. Por ello, darle a la piel impulsos regeneradores con los ingredientes adecuados, ayudará a ver un rostro más pulido y unificado.
Eso sí, no todo obedece únicamente a la renovación de la piel, sino a la cantidad de sebo que produzca la piel. Aquellas pieles con mayor tendencia a la grasa suelen presentar poros más pronunciados. «Esto obedece a que la grasa que produce la propia piel se deposita en ellos, pudiendo dilatarlos al rellenarlos. Esto es el caldo de cultivo perfecto, además, para los puntos negros y el acné. Si no se trata con principios seborreguladores, los lípidos se asentarán, pudiendo oxidarse, agrandar el poro y aumentar las posibilidades de que surjan focos infecciosos», expone Natalia Abellán, directora técnica de Ambari.
DMAE para una estructura perfecta
El DMAE es de esos ingredientes que, aunque han tenido su época de popularidad, el humano medio no conoce tanto y eso se debe a que son pocas las marcas que lo trabajan, haciendo que sea un activo cosmético híper exclusivo. Eso sí, es tan exclusivo como aclamado, siendo uno de los favoritos de los expertos por sus efectos reafirmante, tanto es así que le ha valido en muchas ocasiones una comparación con el bótox. «El DMAE posee un efecto tensor de la piel tanto inmediato como prolongado si se usa a diario con productos de uso tópico. Reafirma consiguiendo contraer el músculo que sostiene la piel y, lo que no tantos saben, es que consigue reducir considerablemente la apariencia de los poros. Conviene aplicarlo en las zonas más propensas al descolgamiento por su función reafirmante y en la zona T por su capacidad seborreguladora y afinadora del poro», defiende Raquel González, cosmetóloga y directora técnica de Perricone MD
Glicólico: redefinición total
El ácido glicólico es uno de los activos favoritos para tratar los poros agrandados. «Se trata de un alfahidroxiácido que destaca por tener un bajísimo peso molecular. Esto significa que sus moléculas son muy pequeñas y tiene una capacidad de penetrar en mayor profundidad. Trabaja en la piel rompiendo las cadenas que unen las células muertas para ayudar a que se desprendan y promueve la regeneración celular. Destaca por su capacidad también para unificar el tono de la piel, iluminar y refinar», apostilla Natalia Abellán, directora técnica de Ambari.
Face Finishing & Firming Toner de Perricone MD. Loción tonificante ultra cargada con DMAE. 48€ en Perriconemd.es
Ambari PM Active12 Serum, rico en ácidos glicólico y láctico. 122€ en Purenichelab.com
Salicílico: adiós puntos negros
Se trata de otro ácido y exfoliante que ayuda a conseguir algo similar a lo que alcanza el ácido glicólico, aunque con una diferencia: «el salicílico es un betahidroxiácido que tiene la habilidad de atravesar la propia barrera de lípidos de la piel y de remover la grasa que se asienta en los poros. No penetra tanto como el ácido glicólico, pero trabaja eficientemente en la superficie eliminado las capas de células muertas y seborregulando la piel, descongestionando los poros», analiza Estefanía Nieto, directora técnica de Omorovicza.
Retinol, el todopoderoso
¿Es el retinol bueno para todo? En cosmética, aparentemente sí. En este caso, el retinol no exfolia como tal, sino que «acelera la regeneración de la piel y, al hacerlo, consigue que las capas más profundas y nuevas salgan a la superficie, las cuales tienen un aspecto más refinado con poros menos marcados», especifica Elisabeth San Gregorio, directora técnica de Medik8.
Surface Radiance Cleanse de Medik8. Gel de limpieza hipercargado de ácidos exfoliantes, como el salicílico. 31€ en Medik8.es
Midnight Renewal de Omorovicza. Suero de noche con retinal. 170€ en Purenichelab.com
De siempre: exfoliantes granulados
De unos años a esta parte, se ven menos exfoliantes físicos o granulados, algo que parece obedecer a una tendencia del sector. Sin embargo, «en situaciones de poros muy marcados, puntos negros destacables y hasta espinillas que no estén infectadas, una exfoliación con gránulo puede ser lo que resultados más rápidos ofrezca en cuanto afinación de la apariencia de los poros», defiende Sonia Ferreiro, cosmetóloga y biotecnóloga de Byoode. «Puede ser el punto de partida para luego seguir una rutina con ácidos, o se podría mantener por sí sola haciéndose una o dos veces por semana, siempre con movimientos muy suaves», concluye Bella Hurtado, directora técnica de Boutijour.
Petals of Botannique de Boutijour. Mascarilla reafirmante y exfoliante con semillas de albaricoque. 63€ en Purenichelab.com
Adzuki & Ragi Fantasy de Byoode. Polvo exfoliante con granos de arroz, arcillas y ácido exfoliantes. 34€ en Byoode.com
Bonus track
‘No a las tiras ni a los parches’.
«No serás la primera ni la última que, en una situación desesperada, ha acudido a los parches que se puede encontrar con múltiples formas y formulaciones, pero todos ellos con algo común: su función es adherirse y, al retirarlo después de un tiempo determinado, con él salen las impurezas y, aparentemente, se reducen los poros». Sin embargo, las expertas no suelen ser muy amigas de estos productos, ya que «la adherencia de los apósitos puede irritar la piel, algo que ocurre no al aplicarlos, sino al retirarlos. Es cierto que se pueden llevar células muertas o filamentos de sebo con ellos, pero de una manera un tanto agresiva que puede comprometer la función barrera de la zona, de ahí que normalmente se quede roja durante un período de tiempo», expresa Estefanía Nieto, directora técnica de Omorovicza. A ello, Isabel Reverte, directora técnica de Rosalique, añade que «la rojez que pueda aparecer, aunque en muchos casos sea pasajera y se vaya rápido, no responde a otra cuestión que a un proceso inflamatorio. Cualquier proceso de este tipo puede ser fuente de una aceleración del proceso de envejecimiento o acrecentar los síntomas de dolencias como la rosácea».
Fuente Comunicae
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