Al Sr. Rubalcaba se le empiezan a atragantar tantas explicaciones; nos aclaraba el otro día la diferencia entre izquierda y derecha, estableciéndola en el modo en que se gastan los ingresos del Estado, a la vez que afirmaba, sin ruborizarse, que nunca su partido gastaba lo que no tenía.
Es cierto que los planteamientos económicos de las formaciones de centro izquierda y centro derecha pueden ser algo diferentes, pero verdaderamente poco, porque la matemática económica no da para más. Si el Estado no ingresa, a través del IVA y las cotizaciones especialmente, no tiene medios para atender los gastos sociales, y es difícil que pueda ingresar si la gente no consume o el para alcanza cifras preocupantes para que las cotizaciones de los trabajadores cubran las imprescindibles prestaciones. Respetar los logros sociales es una obligación, para la que se debe apoyar, sin fisuras, la creación de empleo, por lo que apuesta el denostado centro derecha, mientras el socialismo de Visa platino afirma luchar por defender unos supuestos intereses que no puede pagar. El gobierno de Aznar dejó a este país en superávit y después de las improvisaciones zapateriles unidas a la crisis que asoló la economía occidental, estamos actualmente a punto de ser intervenidos. Curiosamente, la reforma sugerida por el Sr. Rajoy, fue hecha hace más de un año, ocasionando hilaridad entre los barones socialistas, entre ellos el propio Sr. Rubalcaba y D. José Luis, el del talante. Ahora cierran el trato con el rabo entre las piernas y por indicación de Europa, después de dilapidar la caja con los tres mil euros por niño, los cuatrocientos del paro, que siguen en la actualidad, y dotando de presupuesto ministerios transversales como el de Dª Bibiana, la “miembra” más joven del gabinete.
Tristemente no existen diferencias sustanciales entre las propuestas de los partidos mayoritarios, porque no puede haberlas. El voto a uno u otro, es cuestión de fe más que de esperanza. Y ahora el socialismo de chaquetilla volvió a hacer buena la célebre frase del Sr. Hernández Mancha, a la sazón líder popular: “Si van a hacer una política de derechas, déjenosla hacer a nosotros”.