Fascinante esto que venía el otro día en El Mundo: la presencia española despareció de verdad a medias entre las matanzas japonesas y las luchas falangistas en aquel remoto territorio. Y tómese una San Miguel mientras lo lee.
Fascinante esto que venía el otro día en El Mundo: la presencia española despareció de verdad a medias entre las matanzas japonesas y las luchas falangistas en aquel remoto territorio. Y tómese una San Miguel mientras lo lee.