Los valencianos somos ingeniosos, festivos, alegres y amigos de los regalos. Sin duda vivo en una tierra amable, sensual, fértil y agradable. Además el desarrollo que ha experimentado las fallas a lo largo del pasado siglo, demuestra el carácter de una tierra y de su gente que a sabido transformar un montón de muebles viejos que quemaban para deshacerse de ellos, en una fiesta conocidaa nivel mundial.La fiesta fallera tiene un repertorio simbólico de la identidad valenciana, de una sátira mordaz donde tienen cabida todo tipo de personajes y de situaciones cotidianas o políticas y en una especie de altar donde rendimos culto al Micalet, senyeres, palleters y otros símbolos del pueblo valenciano.Hoy en día la fiesta se ha convertido en un asunto económico vital para mucha gente y sus negocios.
La Duquesa de Alba y su marido Alfonso
Pero yo veo muy positivo la fiesta en el sentido que es bueno para la economía de mi tierra, también que sea conocida por todo el mundo, significa que vendrán más turistas a lo largo del año y esto es dinero. Pero también tiene cosas muy malas, por un lado el ruido y por el otro las calles cortadas y esto crea un problema muy serio de trafico.También los ladrones acuden a Valencia como el oso acude a la miel, se aprovechan de la aglomeración de gente alrededor de los monumentos falleros para robar.
Y de la suciedad que hay por todas partes...ni hablo, y tampoco de la poca educación de la gente que hacen sus necesidades por cualquier lugar. Al fin, yo veo la fiesta más positiva que negativa...si uno se puede escapar de Valencia e irse al campo o fuera del país.