Las fases del sueño, que yo recuerde –porque ya he comentado en otras ocasiones que tengo memoria de
El adiestramiento de los pequeños aprendices de
Pero ahora estamos con la pequeña Leia y su círculo vicioso del sueño. A la pequeña le cuesta llegar despierta a la hora de comer, y a menudo da una cabezada al llegar del cole –cuando no llega ya medio dormida en mis brazos–. Está tan cansada y con tanto sueño que a veces se pone de mal humor, y llegan los berrinches. Y al final, acaba dormida. No pasa siempre, pero ya sabemos que puede ocurrir. Y si duerme más rato de la cuenta, no hay forma de que por la noche se acueste temprano. Ni cuentos ni gaitas. Hay que convencerla, e insistir, y se levanta varias veces de su cama con cualquier excusa. Al final, no descansa ni tanto ni tan bien como necesita. Así que al día siguiente, vuelta a empezar...
Como pasa casi siempre, estas situaciones y fases suelen ser transitorias, aunque se alarguen más de lo que quisiéramos. Poco a poco todo vuelve a la normalidad. O mejor dicho, llegamos a una nueva normalidad. Porque ya nada vuelve a ser como antes.
¡Que la Fuerza os acompañe!
P.S. En los últimos días estamos teniendo un nuevo invitado en esta ecuación de difícil solución: la fiebre. No vaya a ser que durmamos una noche del tirón...