Las fiestas de Baena en 1935

Sabe Baena hacer fiestas. Típicas unas, de cabo de barrio, castizas y bullangueras, cuales las celebradas el 2 y el 15 de agosto; religiosas otras, como las de Semana Santa, llenas de colorido y únicas en figuras y sonidos. En todas ellas pone Baena su alma; las vive, esto es todo.
Pero entre todas resplandece por grado su tradicional Feria. Y es natural. La vida hoy no es solamente fiesta, sino que es negocio. No es solo espíritu, es también materia. Pueblo Baena, esencialmente agrícola, a su feria acuden cuantos labradores comarcales se ven precisados a renovar sus ganados, a enajenar los sobrantes o a adquirir los necesarios. De ahí que la pauta de la creciente importancia de su Feria, la diese inequivocamente su mercado de ganados. Fiesta de luces, de pañolones, de amplias casetas exornadas, de caras bonitas, de músicas , bailes y alegría.

¡Frescas mañanas de Feria de Baena! Caballos enjaezados, postineros, que fluyen en su aire, el caminar, la gracia que les presta su sangre andaluza. Clásicos jinetes, gitanería dicharachera, que negocia con la chispa de su ingenio, fino y saleroso. Ramilletes de bellas mujeres que esconden la elegancia de su talle en la carroza triunfal de potentes automóviles, o pasean con sencillez su garbo por tiendas y barracas, Chiquillería impaciente. Voces, denuestos y pregones... y noches luminosas. Aquí el "tíovivo" incansable, tan típica como castiza la fiesta; el hombre raro, el laberinto, las "vistas especiales", el pillo metido a mister, el tren diminuto, las barquitas y el paraguas que se abre a golpes de maza...
Allá la charanga, el circo, el velón de Lucena, y entre todo, la multitud que ya se apiña y se extiende en perezoso bostezo. Profusión, luz, alegría y contento. He ahí el cuadro animado del túpido cañamazo de nuestro ferial.
A. de Escoriara
Editores E,García y R.Pérez, 1935
Imagen: Baena.es