de Gonzalo Garrido.
Título: Las flores de BaudelaireAutor: Gonzalo GarridoEditorial: Penguin House Mondadori Grupo Editorial S.A., 2014Páginas: 255
Resumen oficial.Bilbao, 1917. Mientras Europa se descompone, la ciudad se encuentra en plena ebullición industrial. Sin embargo, este núcleo urbano, impasible a la tragedia de la Primera Guerra Mundial, es sacudido por un crimen escalofriante: Anabel Krüger, una niña de familia adinerada, es brutalmente asesinada.
Lo que convierte este crimen en un hecho de indescriptible crueldad es que la víctima no sólo era un ser indefenso, sino que sufría de una deformidad física; sus limitaciones no despertaron la compasión del asesino, quien la degolló y mutiló la mano.
Alfredo Maldonado, fotógrafo y padre de tres hijas, se siente atrapado en un matrimonio absurdo. A raíz del hastío que le provoca su anodina existencia, desarrolla una afición algo siniestra: la fotografía forense y la investigación criminal. Él parece ser el único dispuesto a escarbar hasta el fondo en el caso del asesinato de la hija de los Krüger, lo que le llevará a obsesionarse de una forma tan pertubadora que cambiará su vida y las de su entorno…
Impresión personal.
Las flores de Baudelaire es una novela que tenía en la estantería desde las navidades pasadas en las que me auto-regalé varios libros para leer en ese periodo en que suelo estar de vacaciones, pero no me dio tiempo a leer todo lo que compré y ésta se me quedó rezagada. No me arrepiento porque me ha encajado perfectamente en el Mes Temático del Thriller y porque además creo que ya es la tercera novela que leo este año que se desarrolla total o en parte en la ciudad de Bilbao. De ellas resalto como punto en común la estupenda ambientación y descripción de la época florida que vive la ciudad durante el periodo de la Gran Guerra. La otra novela ha sido La Ciudad de los Ojos Grises, una novela que también me hizo pasear con mucho sentimiento por esta magnifica ciudad donde, como en todas, ocurren casos de asesinatos dignos de ser investigados y de ser relatados en una novela. En este caso, me ha encantado también la recreación de la ciudad y de la época. Una época crucial para un Bilbao que comienza a aprovechar el tirón de la guerra mundial a la sombra de la neutralidad de España, convirtiéndose en suministradora principal de materia prima a los contendientes, aunque esto se hiciera de forma sumergida la mayor parte de la veces para no provocar un desequilibrio en esa supuesta neutralidad.
En esta situación, comienza de forma determinante la lucha de clases provocada por una llegada masiva de trabajadores de otras regiones eminentemente agrarias al País Vasco y una clase alta empresarial que, por no variar, pretende sacar el máximo beneficio participando en ese gran negocio que es la guerra y a costa de una clase obrera que, en esos momentos, no goza de derechos laborales mínimos. Esta lucha se deja ver perfectamente en la novela, cuando incluso las sospechas sobre la autoría del asesinato llegan a centrarse en esas clases obreras como consecuencia de una posible venganza hacia la clase empresarial de la que procede la víctima.
Las flores de Baudelaire ha sido una buena lectura de intriga y de misterio. Gran parte de ese misterio hay que adjudicárselo al escenario, a la ciudad donde acontece el macabro asesinato de la niña. También a las características propias de la víctima: una niña discapacitada cuya muerte no parece a simple vista que beneficie o perjudique a nadie en concreto, indefensa, débil y ajena a las posibles intrigas familiares o sociales en las que vive. Una víctima que también vive en el seno de una familia oscura y cuyas relaciones son ya en sí mismas todo un misterio. También por el protagonista investigador, en este caso, un fotógrafo profesional que poco o nada tiene que ver ni con la policía ni con la profesión de detective, un personaje que imprime a la novela una intriga mayor no sólo por sus características sino por otros personajes que se mueven en su entorno y que le ayudan a la hora de desentrañar el misterio.
Contada con un estilo muy ágil y un lenguaje bastante rico y surtido, me ha gustado especialmente, aparte de lo ya comentado de la ciudad de Bilbao, el protagonista, Alfredo Maldonado. Un fotógrafo profesional pero que perfectamente podría ser un comisario de policía aficionado a la fotografía porque realmente se comporta como tal y vive una vida en muchos casos similar a la de otros policías que conocemos: una relación matrimonial fracasada, una familia que no comprende su "trabajo/afición", unas técnicas de investigación similares aunque carece del acceso a las pruebas más elementales y un equipo bastante "profesional" aunque curioso porque como él no pertenecen a la profesión investigadora y, sin embargo, se vuelcan en los casos que a su jefe le gusta investigar. Un trío cuanto menos, llamativo.
En conclusión, creo que la lectura de este libro merece la pena y que su autor nos augura con ella un futuro prometedor. La he disfrutado y me ha entretenido de principio a fin además de embaucarme con su manera de escribir y de dibujarme las diferentes situaciones. No me importaría ver de nuevo a Alfredo Maldonado en acción.