Revista Cultura y Ocio
Alfredo Maldonado es un chico incomprendido por sus padres, incapaz de estarse quieto, además de conseguir un empleo gris, de oficina. Trabaja como fotógrafo para varios periódicos de Bilbao un día de 1917 recibe la noticia de un asesinato. Pero lo que realmente le atrae de su oficio es el fotografiar cadáveres de crímenes por resolver para luego analizarlos en su cuarto debido a ello deja lo que esta haciendo, fotografiando el primer vuelo experimental de la ciudad.
Los Krüger son una familia burguesa ampliamente poderosa y poseedora de grandes cantidades de dinero además de una historia que empieza con la construcción y urbanización de Bilbao, esta familia tiene diversos enemigos, desde otras familias de su estamento a los trabajadores de sus empresas pasando por los miembros de la propia familia. Han sufrido una gran perdida, ya que han asesinado a su hija, una niña con deformaciones de forma cruel y sangrienta. Es por ello que el protagonista junto con Rincón, un inspector huraño y solitario ignorado por sus propios compañeros de policía se sumergen en la búsqueda del asesino.
Gonzalo ha conseguido escribir una historia que mezclando la historia de Bilbao con la del protagonista a través de la investigación de la muerte de Anabel y todo ello en un marco histórico oscuro como son las guerras que asolaban Europa como la Primera Guerra Mundial y las consecuencias que ello tiene sobra los bilbaínos y su ciudad, creándoles un continuo caos en los empleos de las familias de aquellos años. Debido a ello ha logrado que se vuelva adictiva desde el primer capitulo. Con personajes muy interesantes y divertidos además de emotivos. También es fácil de leer, sus capítulos tienen poca extensión y su historia esta realmente bien estructurada y narrada, además de mostrarnos como vivían en aquella época de una forma cercana y realista. Mantiene el suspense en cada parte de la novela con el misterio siempre latente en sus párrafos, también consigue que Bilbao se convierta en otro personaje de la novela gracias a las descripciones de sus paisajes e historia que envuelven a la ciudad.
Recomendado para aquellos a los que les guste el género policiaco, aquí podrán leer una historia singular y especial. También para aquellos a los que quieran descubrir la antigua ciudad de Bilbao, en las páginas de esta novela seremos testigos de los cambios producidos a través de los años y en el presente del protagonista, y por último para aquellos a los que quieran descubrir a un nuevo autor imprescindible de leer si te gusta las novelas negras con un humor del mismo color.
Extractos:
Es verdad que de niño leía todos los sucesos macabros que aparecían en la prensa y escuchaba con atención las historias que se contaban en las conversaciones de mayores. No podía evitarlo. Me quedaba pegado al asiento con la boca abierta y el oído atento mientras los adultos bajaban la voz o se hacían gestos implícitos para avisarse de que yo estaba presente y que debían omitir o atenuar los hechos. A veces, me expulsaban de la estancia sin acusar recibo de mis quejas ni de mis reclamaciones de madurez. En esos casos, salía de la habitación y, desde la ventana que daba al patio, escuchaba sentado bajo el alféizar las frases amplificadas que rebotaban hacia el exterior. Sobre todo, me apasionaban los sucesos acaecidos en otras épocas y que habían revolucionado la existencia de las personas que los presenciaron.
Una vez realizada esta primera operación, que requería muchos datos y que me llevaba tiempo, comenzaba la investigación de campo. Había que profundizar como geólogos en los diversos estratos humanos que rodeaban el asesinato. Visitaba a los agentes señalados —testigos, familiares, amigos, enemigos, conocidos, posibles instigadores o probables manipuladores—, me involucraba en sus vidas, en sus realidades, pero también en sus fantasías —mucho más importantes que sus realidades—, hasta encontrar aquellos elementos que me permitieran ir abriendo y cerrando hipótesis de trabajo. Por qué se había cometido esa acción, a quién beneficiaba, qué vínculos se daban entre las partes, eran preguntas que golpeaban mi interior con intermitencia regular hasta que iban apareciendo claras en mi cabeza. Siempre, como me habían enseñado mis colegas periodistas, intentando dar respuesta a las cuestiones básicas sin distraerme con aspectos secundarios.
Aunque era tarde, mi amante estaba despierta cuando llegué. Yo imaginaba a Concha como un búho que apenas dormía. Las pocas veces que me quedaba con ella velaba mi cuerpo toda la noche. Yo ni siquiera me enteraba; sólo al día siguiente, cuando observaba sus párpados hinchados y sus ojos acuosos de cansancio, adivinaba lo que había ocurrido. Concha estaba siempre alerta con la vida. Intentaba exprimir su su tiempo, sabedora de que su hálito tenía caducidad y que en cualquier instante sería una simple lápida en uno de los coquetos cementerios de la villa. Esa sensación, llevada al extremo, hacía que su necesidad de dormir se redujera a la mitad, sobrándole muchas horas que dedicaba a la limpieza de la casa, a la cocina o a otras nimiedades sin importancia.
Editorial: Alrevés Autor: Gonzalo Garrido
Páginas: 264
Precio:18,00 euros