Revista Cultura y Ocio

Las flores de Baudelaire, de Gonzalo Garrido

Publicado el 27 agosto 2014 por Xula

Las flores de Baudelaire, de Gonzalo Garrido
Las flores de BaudelaireGonzalo GarridoISBN: 9788415098386Formato: Rustica con solapas– 264 Págs Editorial: Alrevés
Todos somos traidores en algún momento de nuestra vida. Bien lo sabe el protagonista de Las flores de Baudelaire, Alfredo Maldonado, un reputado fotógrafo en el Bilbao industrial de 1917 que se ve inmerso en una investigación sobre el brutal asesinato de la hija de una de las familias más ricas de la ciudad. Maldonado, un hombre desencantado y con una afición oscura, diseccionará con su humor ácido una sociedad indiferente a la tragedia de la Primera Guerra Mundial. El resultado de sus pesquisas lo llevará a descubrir una trama de complejos intereses familiares y financieros cuyo denominador común será el mal
En los últimos meses ha habido un punto de inflexión en mis lecturas que casi se corresponde con el tiempo durante el que leí esta novela. Algunos recordareis que en el mes de abril me tomé dos semanas de vacaciones donde una estuve de ermitaña porque necesitaba pensar. Tomar las riendas de mi vida puede sonar algo pretencioso, pero al menos sí que tomé algunas decisiones sobre el camino que yo quería para mis lecturas y el blog. Y todo ellos pasaba por leer lo que realmente quería. Y yo quería leer Las flores de Baudelaire.
Esta novela se vino conmigo a la montaña, donde volví a las historias negras y a los géneros con los que realmente disfruto. Porque esta obra en concreto había no solo había tenido una campaña muy agresiva, sino que también había recibido muy buenas críticas. Sobre todo opiniones de gente de la que me fio en lo que se refiere a novela negra y literatura en general.
Lo primero con lo que me topé fue con una estupenda ambientación. Nos lleva a un Bilbao que viene una época dorada durante la Primera Guerra Mundial gracias al desarrollo industrial debido a la neutralidad de España. Esto no solo da pie a hablar de la sociedad de la época, sino también permite una crítica pertinente al abismo que separa las clases, la corrupción desmedida y la maldad en general. Porque no hay nada más horrible que la muerte de un niño, más si está impedido. Y de eso va una novela negra, ¿verdad?
La historia está narrada en primera persona por el protagonista, Maldonado, de profesión fotógrafo. Me resulta una elección cuanto menos curiosa la de esta tipo que además es aficionado a los toros y a inmortalizar escenas de crímenes. Y no solo es que Maldonado sea un poco especial con su visión de la época y su sutil ironía, sino que lo que realmente me ha chocado es la facilidad con la que la gente parece abrirse a él y contestar preguntas comprometedoras a un fotógrafo. Y  mucho menos en clases sociales tan elevadas y herméticas como las que trata esta novela.
Exceptuando este aspecto en lo referente a la trama, tengo que reconocer que me ha sorprendido que sea la primera novela del autor. La narrativa es muy fluida, pero a la vez cuidada y sin excesivos diálogos. Va al grano, a lo que importa, y eso me gusta. Sin embargo, destaca una gran labor de documentación (porque no olvidemos que está ambientada hace ya 100 años).
En ese sentido es el punto más fuerte de la novela, donde se focalizan todos los esfuerzos, ya que la investigación pierde en cierta manera su atractivo viéndose casi eclipsada por el entorno. De hecho, meses después de su lectura, la resolución está un poco difusa en mi mente y la recuerdo como un desenlace un tanto apresurado y brusco. No descarto que en un futuro quiera dejarnos una nueva historia del personaje donde queden más claros algunos puntos.
A veces esto sucede con las novelas cortas, y más si son tan concisas como esta. Los capítulos son minúsculos, una buena forma de forzar al lector a que continúe uno detrás de otro buscando respuestas. O dejándose deslizar por las páginas de una novela costumbrista tapada de novela negra, que es mucho de lo que vamos a encontrar.
Las flores de Baudelaire, las del mal, las encontramos de pasada en la lectura de uno de los personajes. Así sin más, pero con mayor profundidad de lo que realmente vemos. El poeta francés describió la corrupción del mundo y el desprecio del ser humano en el siglo XVII y esta es una bonita manera de transponer en cierto modo esta obra a la narrativa negra.
A pesar de que la historia criminal en la novela no me ha llegado tanto como esperaba (quizá por espaciar mucho la lectura en el tiempo) sí que me ha sorprendido Gonzalo Garrido con esta primera novela. Su narrativa es potente y creo que en un futuro tiene grandes cosas que aportar.

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