Castillo de Motta Sant'Anastasia
Después de la conquista de Catania, en 1071, los normandos edificaron su red defensiva con el objetivo de mantener a salvo el valle del Simeto, atravesado por el río homónimo, que aseguraba abundante agua y tierras fértiles.Ruggero el Normando aplicó un criterio de defensa basado en las alturas naturales de la región, todas de origen volcánico: Motta Sant’Anastasia, Paternò y Adrano. El sistema condujo a la edificación de tres castillos perfectamente alineados que cubrían una línea de 20 kilómetros y desde donde se podía ver el paso a Troina, Regalbuto y Randazzo.Los tres castillos muestran una arquitectura similar a los donjon de Normandía e Inglaterra; paralelípedos que resumían necesidades defensivas con exigencias residenciales.
El castillo de Motta Sant’AnastasiaEsta localidad, a pocos kilómetros de Catania, encierra en su topónimo la esencia geográfica: la palabra “motta” en época prerromana identificaba un lugar elevado. Es el más pequeño de los tres castillos (17 m de largo x 9 de ancho x 21 de altura). En la planta baja hay libros históricos, en el primer piso se exponen armas y armaduras medievales y en el tercero se pueden ver vestidos y herramientas del Medioevo.
Castillo de Paternò
El castillo de PaternóEs el más grande de los tres (24 m de largo x 18 de ancho x 34 de altura). Si bien la estructura es en negra piedra lávica, los ángulos y las ventanas fueron hechos con piedra blanca. Esta contraposición blanco-negro expresa una tradición ligada al dualismo del día y la noche, el alba y el crepúsculo, la vida y la muerte.Castillo de Adrano
Fotografías: sicilia.indettaglio.it