Imagina que en este momento subes una fotografía a Instagram; de pronto alguien la nota, la imprime, la exhibe en una galería y la vende en $90,000 dólares.
Esa fue la acción que Richard Prince repitió 37 veces, que es el número de fotografías que componen la colección llamada New Portraits que se exhibe en Gagosian Gallery, ubicada en la Avenida Madison, Nueva York.
Y es que la moraleja que deja la exhibición es el hecho de que la información - en cualquiera de sus formatos- que haces pública, podría ser compartida e incluso vendida por cualquier persona.
La colección se compone de fotos compartidas por usuarios supuestamente anónimos aunque rastreables, algunas de ellas mostrando mujeres en poses sugerentes.
Pero ¿es legal realizar este tipo de acciones?
Al parecer Prince logra burlar la ley haciendo uso de un acto que se conoce como refotografía que consiste en tomar fotografías de anuncios, libros o revistas y después alterarlos para lograr un resultado distinto al inicial, aunque la mayoría de las veces lucen casi idénticos.
En resumen, él puede tomar una fotografía, hacerle unos ligeros - casi imperceptibles- cambios y después reclamarla como suya.
Eso fue lo que hizo con las imágenes que tomó de Instagram, aunque no realizó cambios ni a los nombres de usuario ni a la fotografía en sí, fue lo suficientemente cuidadoso como para eliminar la leyenda debajo de cada una, lo que al final da un resultado diferente al original.
De todos los usuarios que pudieron verse afectados, hasta el momento sólo uno de ellos, una chica de nombre Doe Deere ha hecho comentarios al respecto:
"[...] No, yo no di mi permiso, y sí, el polémico artista Richard Prince la usó de todos modos. Ya fue vendida (por $90,000 USD según me han dicho). No, no voy a ir tras él. Y no, no tengo idea de quién lo compró."
Y tú ¿qué harías si fuera una de tus fotografías las que estuviera en la exhibición?
Con información de | The Washington Post y Vulture