En la actualidad las frituras están al alcance de nuestros hijos, en el colegio, en la tienda de la vecindad, en los cumpleaños y definitivamente ellos desearían que ese fuera el alimento diario, ya que este tipo de comidas están diseñadas para ser agradables al paladar, el aceite con el cual se fríen las llena de sabor y adicionalmente a esto se les agrega condimentos especiales que las hacen más deseadas aun. Algunas encuestas realizadas en los colegios revelaron que 4 de cada 10 niños comen frituras y gaseosas como lunch a la hora de recreo, y son pocos los que eligen comer frutas, leche o pan.
El consumo de estos alimentos a tan temprana edad puede ocasionar obesidad en estos niños o sobrepeso ya que su cuerpo en formación tratará de utilizar al máximo lo que comen, y las frituras se caracterizan por contener grandes cantidades de grasas trans, las cuales no sólo elevan las grasas malas sino también eliminan las grasas buenas.
Otro aspecto muy importante es la sustitución de alimentos, ya que nuestros hijos dejan de comer alimentos nutritivos y que aporten a su buena formación y crecimiento por frituras o sodas que no contribuyen en lo más mínimo a proveer nutrientes y vitaminas que el organismo necesita. Es importante tomar en cuenta este aspecto ya que pueden llegar a sustituir una cena o un almuerzo por estas comidas y así provocar un efecto aun más grande no solo por la mala alimentación sino por la sustitución de alimentos sanos.