Las frustraciones de un escritor y la ilusión de una estudiante

¿No os ha pasado nunca eso de escribir un relato y no saber qué final ponerle? A mí me pasa siempre, me pone muy triste acabar una historia y a la vez muy contenta, me creo expectativas muy altas sobre ese final y al final acabo escribiendo una basura, borrando y volviendo a escribir para volver desde el principio. Creo que los finales son las partes más difíciles de una novela, más que los comienzos. Por lo menos para mí es así y me pasa muy a menudo. Hace unos días estaba escribiendo el epílogo de Canela y estaba atascada porque no sabía cómo terminar ni la historia amorosa de Tyler ni la profesional. Estaba hecha un lío.
Pero bueno, ahora también tengo varios resúmenes, varias tareas virtuales y varias cosas que estudiarme para la próxima semana y estaré así de agobiada siempre... hasta mayo del año que viene. Eso las clases, los exámenes puede que duren hasta julio y con suerte no me queda ninguna para septiembre.
Pero es mi último año, así que sonrisa cada mañana, serie o película cada noche y estudiar cada tarde. Con suerte llego a fin de curso viva. 
Ah... otra cosa, como a mí me quedan las prácticas externas y el trabajo de fin de grado para el año que viene, pensaba graduarme ese año, pero el problema es que ¡mi promoción es la de este año! Entonces, a pesar de no tener toda la carrera aprobada, voy a hacer la graduación con los de mi clase, no me siento más a gusto con otros compañeros y la verdad es que me emociona bastante ser la primera promoción de este grado. Sí, antes había una licenciatura y lo cambiaron en el 2010 (cuando yo entré a la universidad) así que básicamente hemos sido el conejillo de indias de los profesores y coordinadores. Por eso me hace especial ilusión y tengo muchas ganas de ir a comprarme mi vestido de graduación.

El que averigüe de qué serie es la imagen y de quién es la
máscara, se lleva un aplauso del público.

¡Hasta la próxima, un beso!Edith.