Revista Opinión

Las grandes mentiras en la España presente

Publicado el 28 julio 2019 por Franky
Si se analiza con objetividad y limpieza la realidad de España, se descubre que el principal drama del país no es la corrupción, ni la baja calidad de su clase política, ni siquiera la falta de democracia y de ética, sino la mentira. La mentira y el engaño se han instalado en el corazón del Estado y en la sociedad y son los recursos preferidos del poder para someter y gobernar. Los políticos justifican sus obras con mentiras, dicen lo contrario de lo que piensa, ocultan secretos inconfesables y engañan a los ciudadanos con sus propuestas y promesas, que muchas veces ni siquiera piensan cumplir. En España se oculta y persigue la verdad y ese reino de la mentira destruye la convivencia e impide la democracia, que fue ideada como el imperio de la transparencia y de la verdad. --- Las grandes mentiras en la España presente Hay cuatro grandes mentiras reinando en España y miles de otras mentiras pequeñas pudriendo y envileciendo el país. La primera gran mentira es que vivimos en una democracia; la segunda es que la ley, en España, es igual para todos; la tercera es que el actual sistema es mejor que el Franquismo; y la cuarta es que los partidos políticos son necesarios y sirven para algo.

Hay otras miles de mentiras circulando, envileciendo la política, ensuciando el liderazgo, invalidando la democracia y atolondrando a los ciudadanos, pero no son tan dañinas como las cuatro citadas. Entre ellas destacan que los políticos son honrados, que no hay dinero suficiente para mantener las pensiones y los servicios básicos, que endeudarse es necesario, que se cobran los impuestos justos, que gobiernan para los ciudadanos, que nos representan y que se pretende educar y formar a los niños y jóvenes, cuando es justo lo contrario.

Nadie miente mas que el poder político, sobre todo cuando ese poder, como ocurre en España, se ha apropiado del Estado, ha demolido el sistema de controles democrático y ha expulsado a los ciudadanos con la intención de quedarse con todos los privilegios y beneficios del poder público. El Estado, cuando está en manos de corruptos y rufianes sin respeto a la democracia, es el peor mentiroso.

Los periodistas son los grandes cómplices del "engaño español", pero sus principales responsables son los políticos, que han optado por la mentira como método de gobierno.

El relativismo moral es dueño de la filosofía del poder, que intenta evitar por todos los medios que el ciudadano piense, esté informado y asuma la sabia sentencia de que "La verdad os hará libres". Los gobiernos mienten a sus ciudadanos y de ese modo pierden la legitimidad democrática. El principio de que "el fin justifica los medios" se ha convertido en la base moral de los políticos corruptos.

Cuando los gobiernos mienten, envilecen a los ciudadanos y destruyen la convivencia. Las hemerotecas descubren con frecuencia la bajeza de los políticos, que cambian de opinión y criterio con frecuencia, además de incumplir sus promesas, pero la frecuencia de esas aberraciones es tal que cada día se ve con más normalidad que los políticos se comporten como canallas, falsos y malas personas.

Es la hora de rebelarse contra la mentira del poder, que es un monstruo insaciable, y de recordar lo que dijo el filósofo Kant, que la mentira es siempre mala, incluso la que tiene buenas intenciones.

Los gobiernos mentirosos, como los que han gobernado España desde la muerte de Franco, con énfasis especial en la figura del gran falsificador Pedro Sánchez, son indignos de gobernarnos y deben ser rechazados y expulsados del poder por la ciudadanía decente y sana.

Francisco Rubiales


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