Mientras saco tiempo para ir a Correos y recoger mi Sant Jordi bloguero (prometo contarlo todo mañana), quiero celebrar el Día del Libro (¡ese gran día!) de una forma especial, con un guiño a quienes robamos tiempo a nuestras familias, a nuestro trabajo e, incluso, a nuestras propias lecturas para dedicarlo a un blog en el que hablar de libros. Seguro que alguno de mis compis blogueros se reconocen en alguna de estas situaciones. Con ellas solo quiero enviarles todo mi cariño, felicitarles por la labor que llevan a cabo y desearles felices lecturas. Hoy también.
Así que allá vamos:
Las grandes preguntas a las que un bloguero literario debe contestar (al menos una vez en la vida)
- ¿De verdad lees todos los libros que reseñas? ¡Claro! ¿Cómo podría hacer las reseñas si no fuera así?
- ¿Qué haces con tantos libros? ¡Ah! La gran pregunta… Yo, actualmente, tengo una “población flotante” de entre 50 y 60 libros prestados para que parezca que tengo menos y no tenga que enfrentarme a la mirada del inquisidor que duerme al otro lado de mi cama que me dice: “uno entra, uno sale”. Ay, si viviera en un palacio…
- El cartero y tú ya sois como amigos, ¿no? Pues casi. Y eso que me la han cambiado hace poco. La de antes subía, me regala su sonrisa y volvía a su trabajo. La de ahora y yo hemos llegado al acuerdo de que toca el timbre para que sepa que es ella y me deja los libros en el ascensor. Nos vemos poco pero tampoco pudo evitar preguntar: ¿por qué te mandan tantos libros? Porque tengo un blog de reseñas. ¿Y te pagan por eso? ¡Ay! ¡Gran pregunta!
- Lo que ya roza el surrealismo es la relación con el de mensajero:
- ¿Y crees que la gente te lee? ¡Ay, otra gran pregunta! Yo también me la hago a veces…
- ¿Y hasta cuándo seguirás con el blog? Ni yo misma lo sé. Mientras siga siendo divertido.
- ¿Se saca dinero con esto de los blogs? Si alguien lo consigue… ¡que me diga cómo!
- ¿Cómo controlas lo que lees, los libros de cada reto, las lecturas conjuntas y todos los demás líos en los que te mentes? Gracias al amigo Excell. Tod@s tenemos un excell que nos salva la vida, ¿no?
- ¿Te ha pasado alguna vez que has leído un libro, pensando que no lo habías leído aún... y resulta que sí que lo habías leído pero no te acordabas? (cara de sonrojo) La verdad es que sí. Me pasó con un libro: pensé que llevaba años acumulando polvo en la estantería y cuando lo cogí para quitarme la espinita, resulta que encontré billetes de autobús dentro. O sea que lo había leído mientras iba a trabajar, pero no recordaba ni una palabra de él.
- ¿Me recomiendas un libro? ¡Otra gran pregunta! Una pregunta que merece un cuestionario del tipo: ¿Cómo eres? ¿Qué te gusta? ¿Qué te interesa? ¿Te gusta leer? ¿Cuánto sueles leer al año? ¿En qué momento de tu vida estás? Y ni aún así atinaría.
- ¿Has leído... (y aquí pon el título más peregrino que te imagines)? ¿Qué te parece? Pues no, no he leído todo lo que se ha publicado... ¡ya quisiera yo! Pero... ¿de qué dices que va?... ¡Anda, qué interesante! ¡Otro para mi lista de pendientes!