De los alimentos que consumimos a diario, varios contienen grasas. Su función en la nutrición del organismo es principalmente aportar energía, además de vehiculizar algunas vitaminas, y formar parte de paredes celuares, etc..
Ultimamente, las grasas, no gozan de buena publicidad, pero atención, NO TODAS LAS GRASAS SON IGUALES. Para aprender un poco de la grasa de los alimentos debemos saber que existen 3 grupos:
Grasa Saturada: se encuentra en alimentos de origen animal y sus derivados (productos lácteos, crema, manteca).
Grasa Insaturada: Presente en aceites vegetales (girasol, oliva, etc.), semillas, frutas secas y pescado grasos (o azules). Estos aportan ácidos grasos esenciales que son beneficiosos para la salud.
Grasa Hidrogenada o Trans: las encontramos en las margarinas y los productos industriales o de panadería que se elaboran con ellas. Galletitas, facturas, masitas, snacks, alimentos fritos, entre otros.
Así como el consumo de grasa saturada e hidrogenada aumenta el colesterol sanguíneo malo (LDL) y reducen el bueno (HDL), las grasas insaturadas producen el efecto contrario; vale decir, lo disminuyen.
Como recomendación no consumir en exceso alimentos que contengan grasas hidrogenadas y saturadas. Para reconocerlas, leer la información nutricional de las etiquetas y evitar aquellos que contengan grasas trans o que incorporen grasa vegetal parcialmente hidrogenada entre sus ingredientes.