La hamaca de tu bebé puede ser una gran idea, ya que ofrece un buen espacio para relajarse o jugar, una buena alternativa para el capazo del coche o la cuna y una buena opción para el bebé tanto en la casa como en el campo, playa o al aire libre.
La hamaca del bebé mantiene al pequeño en posición semiinclinada, haciendo que la madre también pueda controlarlo perfectamente mientras hace otras cosas. Es una buena idea para sustituir a la trona del bebé en el momento de las papillas. Es una opción que ofrece confort y seguridad que se suele utilizar desde que nace el bebé hasta los 6 meses (o hasta los 9 kilos del bebé).
La hamaca es fácil de desplazar, incluso con el bebé sentado, y está compuesta por un plástico rígido o estructura metálica con un asiento anatómico acolchado, además de un cinturón de seguridad con separador para piernas y un modo de transporte mediante las asas. El respaldo se debe poder reclinar en varias posiciones, incluso en horizontal para que pueda dormir y descansar perfectamente. Además, suele contar con accesorios como cojines laterales, toldo, bandeja, apoyacabezas o bolsillos.
El chasis también se puede utilizar d balancín, opción que se desactiva con bloqueos.
Las hamacas del bebé han de ir en el suelo o cualquier otra superficie rígida playa y amplia, no sobre sofás ni sillones ni en ningún automóvil. Además deben poder bloquearse en la posición que se quiere, entre otras cosas especialmente pensadas para garantizar la seguridad de los más pequeños.
Sin duda, son un elemento bastante interesante con el que contar para los bebés, tanto para favorecer su descanso como para tenerlos controlados en cualquier momento.