Revista Cultura y Ocio

Las hermanas Grimes. Richard Yates

Por Mientrasleo @MientrasleoS
Las hermanas Grimes. Richard Yates

     "Ninguna de las hermanas Grimes estaba destinada a ser feliz, y al echar una mirada retrospectiva siempre da la impresión de que los problemas comenzaron con el divorcio de sus padres. Ocurrió en 1930, cuando Sarah tenía nueve años y Emily cinco."
     Tras Vía Revolucionaria tenía ganas de volver con Yates, y ha sido ahora el momento elegido. Por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, Las hermanas Grimes.
     Conocemos a Sarah y Emily, dos hermanas dispares cuyos padres se divorcian y comienzan un peregrinaje por distintas viviendas y trabajos de su madre hasta llegar a la adolescencia. En ese momento sus diferencias serán mas notables que nunca y, mientras que Sarah se casa y se convierte en una mujer de su familia en un lugar apartado, Emily va a la universidad dando el perfecto perfil de mujer independiente y liberada de la época.
     Yates escribe sobre una familia dándole la voz a la hija menos, Emily. Y lo hace con un aire sobrio y a la vez despreocupado, como si fuera fácil contarnos simplemente lo que sucede en esas vidas cualquiera de una familia de clase media. Pero no es fácil y lo sabemos, y menos aún conseguir que lo parezca. Toma la historia en 1930 con un país que se recupera, una pareja que se divorcia, empleos buscados y una sociedad cambiante aún bajo la sombra de la guerra. Ese es el ambiente en el que crecen las protagonistas, a las que muy pronto diferenciamos claramente. Una madre que desatiende a sus hijas buscando su propio sueño, tal vez una sombra de ese sueño americano pero en la voz femenina de quien es autosuficiente pero rechaza la soledad impuesta en un hogar sin apoyos a su lado y se refugia en la bebida. Y dos hijas que crecen de forma dispar con un padre al que apenas ven y cuya proyección positiva de cara a la sociedad es infinitamente mejor que esa realidad latente que añoran. Sarah, la mayor, será aquella que siga la estela clásica y Emily en cambio será más inconformista e independiente, aunque Yates tiene claro el poso de su historia que es la estabilidad y el cambio en esa sociedad de clase media que era más un reflejo dorado que una realidad para ser escrutada de cerca. De este modo, ante esta disonancia entre lo que representamos y lo que somos una vez cerramos la puerta, descubrimos que la felicidad puede ser más lo primero que lo segundo y que los sueños, como dijo un célebre autor, sueños son.
     Una vez más me he encontrado con un personaje femenino que me ha gustado. No es coherente, ni constante, ni siquiera puede decirse que sea una bella persona, pero es alguien tan real que puede ser cualquiera incluso hoy. Una mujer que avanza con paso firme pero cuestionándose incluso sus propias decisiones, que busca su vida y su futuro en las distintas facetas que podemos tener y que intenta escalar sin perder de vista a una familia que le produce sensaciones encontradas. Emily, descrita por un hombre, es uno de los personajes femeninos más auténticos que me he tropezado en cuanto a alma, y es que, un buen escritor, ha de saber también tener alma de mujer cuando es hombre y de hombre si quien escribe es una pluma femenina.
     Las hermanas Grimes es una historia de poso triste y sueños rotos cuyo fin se anuncia en la primera frase y cuyo significado toma sentido pasados los días de su lectura. Hay que leer a Richard Yates.
     Y vosotros, ¿os suelen gustar más las historias protagonizadas por hombres o por mujeres?
     Gracias.
      "Tenco casi cincuenta años y nunca he entendido nada en toda mi vida."

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